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Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

lunes, 29 de junio de 2009

Me maté porque era mío

Rogorn
en Blogorn

Un tema que tiene revolucionado a los legisladores de media Europa es el de el suicidio, con sus derivados de la eutanasia y el apoyo de segundos a quien lo haga, que tienen tela. Porque mientras que el suicidio no es un delito (si te intentas suicidar y fallas, no te pueden juzgar por intento de asesinato sobre ti mismo, por ejemplo), el asistir a alguien para que lo haga sí que lo es.

En España todos nos acordamos, aunque sea poco, del caso del gallego Ramón Sampedro y todo el tiempo y las triquiñuelas que tuvo que pasar para al final tomarse la justicia (bebida con pajita) por las manos de otros. En Inglaterra hay ahora una polémica con el tema de una lista de las enfermedades que cada paciente tenía. Y al parecer los médicos ingleses andan revueltos porque en esa lista hay cosas que no son terminales. O sea, que no son para tanto. Como por ejemplo, la tetraplejia, que total, es vivir el resto de tu vida sentao y tumbao. Vamos, que no termina tu vida pero sí termina con tu vida, tal como la conocías. Uno de los dos tetrapléjicos de la lista se sabe quién es, un chaval de 23 años que quedó así de resultas de una lesión de rugby. Y al saberse ya empezó la reacción consparanoide típica de la ‘slippery rope’ (la cuerda resbaladiza), por la cual este tipo de cosas es de esos temas que empiezas dejando que la gente terminal acabe con su sufrimiento cuanto antes, y acabas eutanatizando a todo el que cumpla los 30, como en ‘La fuga de Logan’. Y claro, para que no se resbale por esa cuerda, pues mejor no hacer nada. 23 tacos, la vida por delante, dicen los demás. Mira al Hawking, que está mucho peor. ¿Por qué no se aguanta el chaval este y hace algo con su vida? Pues porque no le da la gana, ese es el porqué. Porque aunque algo se pueda hacer, y algo intentó, que pasó un tiempo hasta que se decidió por el suicidio, no quería vivir en ese valle de lágrimas, por joven que fuera (al revés, por ser joven le quedaba un valle bastante largo que recorrer), y no hay más que hablar. No le dio un yuyu un día ni lo decidió en diez minutos. Y bien por él y por todos los demás.

De vuelta a España, el foco estos días parece estar en Andalucía (es lo que tiene esta Sanidad de los Juegos Reunidos Geyper, que ahora a saber hasta dónde llegan las competencias y esas cosas), donde los médicos andan decidiendo, o diciendo que deciden sobre si se dejan liar en esto o no, teniendo en cuenta además que aún hay que lidiar con las creencias religiosas de doctor y paciente, no sólo con los temas médicos.

Así que bueno, otro tema de esos para discutir largo y tendido. A ver qué nos dejan hacer al final, o si habrá que hacerse una muela venenosa, como en 'Dune'.

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