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Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

lunes, 23 de mayo de 2011

Sobre el voto, el partido pequeño y el 15-M

Rogorn
en Blogorn

Una de las formas de intentar analizar la posible influencia del movimiento 15-M en las elecciones del 22-M es comparar los resultados finales de éstas con los sondeos hechos antes del comienzo de las acampadas.

El fenómeno del 15-M, dentro de unas raíces comunes (como la indignación ante problemas como la crisis, la falta de empleo, la precariedad, los malos salarios y los escándalos de corrupción) ha sido desde el principio un magma bastante heterogéneo en varios temas, y el principal de ellos ha sido quizá qué hacer con el voto en estas elecciones locales. Uno de los grupos originarios del movimiento se llamaba "No les votes", y no es fácil saber cuánta gente pensaba si eso se refería a todos los partidos, a los llamados grandes, o a cuántos partidos podemos llamar grandes. Luego el propio 15-M no quiso pronunciarse por ningún partido, ni siquiera por apoyar una llamada a ejercer el voto. Sí hubo mucho interés en informar sobre las diferencias entre abstención, voto en blanco y voto nulo, pero no se dio ninguna indicación sobre a quién votar o siquiera si votar. También se habló mucho acerca de castigar a los partidos grandes y especialmente sobre interpretar el bipartidismo como algo intrínsecamente malo, que de eso habría mucho que hablar.

Veamos los resultados en las autonómicas de ayer, indicando el resultado de 2007, el del sondeo del CIS para 2011 y el del 22-M.

Aragón
2007: PSOE 30, PP 23, PAR 9, CHA 4 IU 1
So11: PSOE 27, PP 26, PAR 7, CHA 4, IU 1
2011: PP 30, PSOE 22, PAR 7, CHA 4, IU 4

El PP se suponía que subiría de 23 escaños a 26, y ha llegado a 30. El PSOE debería haber bajado de 30 a 27 y ha quedado en 22. IU debería haber mantenido su 1, y ha subido a 4. Es decir, han ganado los dos extremos: el partido más grande, el PP (y el más contrario a priori a las propuestas que se van oyendo en el 15-M), y el famoso partido pequeño, representado en IU.

Asturias
2007: PSOE 21, PP 20, IU 4
So11: PSOE 19, PP 16, FA 7, IU 3
2011: FA 16, PSOE 15, PP 10, IU 4

La llegada del FA, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, escindido del PP, hace las comparaciones difíciles. Sobre todo por saber si se le aplica el principio del partido pequeño. Por un lado, ¿qué partido más pequeño hay que uno fundado este mismo año?, y por otro Álvarez-Cascos no es un don nadie, sino un antiguo vicepresidente del gobierno y ex presidente de Asturias. Lo que está claro es que ha superado todas las expectativas. Sólo el día antes se estaba hablando de si el PP hablaría con el FA si éstos quedaban terceros, y han quedado primeros a pesar de tener 126 votos menos que el PSOE. Sólo 126 entre más de 600.000 votos depositados. Quizá ahora alguno de los 24.000 asturianos que votaron nulo o en blanco o de los 300.000 que se abstuvieron se arrepientan del uso que han dado a su derecho.

Baleares
2007: PP 29, PSOE 22, PSM-IV 5, UM 3
So11: PP 33-32, PSOE 23-22, PSM-IV 3, IU 1
2011: PP 35, PSOE 14 PSM-IV 4, PSOE-PACTE 4, PSM-EN 1, GXF-PSOE 1

Hasta cinco formaciones diferentes llevan un PS (partido socialista) en sus siglas, lo cual ilustra uno de los riesgos del tema de los partidos pequeños: si se hacen a base de escisiones del mismo lado, la ventaja es para el otro. El PP pasa de 29 a 35 escaños, consiguiendo una mayoría absoluta que antes no tenía, a pesar de recientes escándalos de corrupción.

Canarias
2007: PSOE 26, PP 15, CC 19
So11: PSOE 23, PP 16-17, CC 19-20, NC 0-2
2011: PP 21, CC 21, PSOE 15, NC 3

También aquí suben los extremos del PP por un lado y los partidos pequeños por otro, si como tal entendemos al novato NC.

Cantabria
2007: PP 17, PRC 12, PSOE 10
So11: PP 18, PRC 13, PSOE 8
2011: PP 20, PRC 12, PSOE 7

Si por "el pequeño", o simplemente "el que no es ni PP ni PSOE", entendemos un PRC que ya era la segunda fuerza, pues se ha quedado como estaba, cuando el sondeo preveía una ligera mejoría que hubiera sido suficiente para evitar una mayoría absoluta del PP. Al igual que en Asturias, los 13.200 que votaron nulo o en blanco podrían haber cambiado el resultado de la balanza.

Castilla-La Mancha
2007: PSOE 26, PP 21
So11: PP 25, PSOE 24
2011: PP 25, PSOE 24

Única comunidad donde se cumplió el pronóstico del sondeo, quizá porque es más fácil hacer quinielas con sólo dos contendientes. De nuevo, una mayoría popular por sólo un escaño, y de nuevo un paquete de votos nulos y en blanco (36.000, casi un 3%) que podría haber cambiado el resultado, aunque en este caso ese cambio se habría conseguido más fácilmente si esos votos hubieran sido para IU, que se quedó a un 1,13% de sacar escaño.

Castilla y León
2007: PP 48, PSOE 33, UPL 2
So11: PP 50, PSOE 32, IU 1, UPL 1
2011: PP 53, PSOE 29, IU 1, UPL 1

Otra vez el PP sube más de lo previsto, ampliando una mayoría absoluta que ya tenía, y el PSOE baja más de lo previsto. Los pequeños se quedan como estaban, aunque a base de que los leoneses de UPL pierdan uno de sus dos a manos de IU.

Comunidad Valenciana
2007: PP 54, PSOE 38, IU 7
So11: PP 60, PSOE 33, IU 6
2011: PP 55, PSOE 33, CC 6, IU 5

Caso interesante de partido nuevo que ayuda al PP a quitar votos a la izquierda (PSOE baja 5, IU baja 2), pero a la vez evita una subida mayor del PP (que sólo sube 1). Y otro caso de partido premiado a pesar de (o quizá a causa de, quién sabe), escándalos de corrupción.

Extremadura
2007: PSOE 38, PP 27
So11: PP 32, PSOE 31, IU 2
2011: PP 32, PSOE 30, IU 3

Muy cerca de cumplirse el pronóstico, y aquí, para variar, el partido pequeño, IU, consiguió lo suficiente para evitar una mayoría absoluta del PP y dársela a sí mismos y al PSOE si se coaligan.

Madrid
2007: PP 67, PSOE 42, IU 11
So11: PP 75, PSOE 41, IU 13
2011: PP 72, PSOE 36, IU 13, UpyD 8

En Madrid hay que tener en cuenta que se subía de 120 a 129 escaños, debido al aumento de población. No sé si eso ha facilitado el éxito de UPyD, pero es quizá la mayor muestra de éxito de un partido pequeño, aunque de nuevo viene acompañada de un aumento de escaños para el PP, que refuerza su mayoría absoluta, y una disminución para el PSOE. En el lugar donde empezó el 15-M, los votos nulos y en blanco superan el 4%, más de 200.000.

Murcia
2007: PP 29, PSOE 15, IU 1
So11: PP 31, PSOE 13, IU 1
2011: PP 33, PSOE 11, IU 1

Rioja
2007: PP 17, PSOE 14, PR 2
So11: PP 19, PSOE 12, PR 2
2011: PP 20, PSOE 11, PR 2

Dos casos de mayor éxito del esperado para el PP, reforzando mayorías absolutas que ya tenía, y mayor descenso del esperado para el PSOE, con dos pequeños de presencia testimonial.

Navarra
2007: UPN-PP 22, Na-Bai 12, PSOE 12, IU 2, CDN 2
So11: UPN 16, Na-Bai 11, PSOE 11, PP 6, IU 4, Bildu 2
2011: UPN 19, PSOE 9, Na-Bai 8, Bildu 7, PP 4, IU 3

Navarra es un caso especial, pero ilustrativo. De nuevo hasta seis partidos diferentes consiguen representación, y demuestra otro riesgo, prácticamente nunca comentado, del tema de los partidos pequeños: la gran dificultad a la hora de ponerse de acuerdo y gobernar. La vuelta de Bildu también dificulta analizar la situación. Puede ser uno de los casos más interesantes de seguir, ya que todos estos partidos no son necesariamente escisiones unos de otros al estilo Álvarez-Cascos, sino bloques a varias bandas: populares, socialistas, navarros pro-vasquitas y no, etc.

Conclusiones:

Es difícil saber qué decisión tomó cada simpatizante del 15-M respecto al tema del voto, pero lo que sí es cierto es que según se dice, ha habido más votos nulos y en blanco que nunca, llegando a casi el millón. También es difícil saber si esto ha sido por el 15-M o es algo que la gente ya tenía decidido antes como método de castigo. Porque, dicho sea de paso, eso de usar el voto en blanco como método de castigo tampoco está claro. Quien vote en blanco pude hacerlo porque no se considere suficientemente informado, porque le dé igual y delegue en los demás votantes, por pereza, por demostrar apoyo a la democracia en general en ausencia de opinión formada, o por varias otras razones. O sea, puede ser el equivalente del que cuando quedas con la pandi y se pregunta adónde vamos a tomar el vino, responde que "donde digáis vosotros". No tiene por qué significar un castigo a todos los partidos que se presentan, pero probablemente se interprete así.

Lo que está claro es que un millón de votos son muchos votos. Sólo tres partidos tienen más de esa cifra de sufragios, lo cual convierte al VN-VeB en la cuarta fuerza política española, y por lo tanto, los demás partidos se querrán acercar a esta fuente a ver si pescan apoyos en ella. La victoria del PP ha sido clara, pero en varios sitios han sido victorias por la mínima o incluso, como en Asturias, por penalties, si consideramos que la victoria de Ávarez-Cascos es para el PP sólo por aproximación y por un puñado de votos del tamaño de la gente que hay en un bar. Hay varios lugares en los que alguna décima más de participación o la conversión de votos nulos y en blanco en votos válidos podría haber cambiado el resultado. En Aragón el PP ha ganado, pero sin mayoría absoluta y habrá que esperar a ver los pactos entre cuatro partidos representados. En Cantabria y Castilla-La Mancha la mayoría absoluta del PP es de sólo un escaño, y en Extremadura se logró in extremis, nunca mejor dicho, evitarla por un solo escaño también. Por supuesto, hay regiones con claras mayorías corregidas y aumentadas, pero una de las lecciones que se pueden sacar es que hay sitios donde ese millón de votos nulos y en blanco puede cambiar las cosas, y que quien vuelva a usarlo de esta manera, volverá a decir que se conforma con lo que digan los que votan válido. Por no hablar de ese tercio de gente que ni siquiera votó, y a quien se aplica lo mismo. Dicho lo cual, me alegra ver que comparado con 2007, ahora ha votado más porcentaje de gente: del 63,2% se ha pasado al 66,2.

El tema del partido pequeño tiene varias vertientes también. Más partidos no siempre da lugar a más gobernabilidad. Es más, casi nunca. A cambio de representar más opiniones se ralentiza o a veces se encona e imposibilita la toma de decisiones, y también puede conducir a un intercambio de propuestas (yo te apruebo esto si tú me apruebas lo otro) donde el electorado ya no tiene nada que decir y todo depende de la capacidad de trapicheo de cada político. Sí pueden ser efectivos como forma de castigo al partido contrario o como señal de que la gente quiere un poco más de giro hacia un lado u otro, normalmente hacia la izquierda, que es el papel que ha venido representando IU desde hace ya décadas. Pero para lograr eso también hay que apoyarlos con votos válidos. En elecciones autonómicas como estas, está la opción también de un partido regional, pero eso ya depende de los temas locales, y los hay de todo tipo, signo y razón para existir. Los hay poderosos, diminutos y personalistas, que son los que más éxito tienen, como se ve en Asturias y Cantabria. Pero de nuevo, sólo serán signo de diversidad si se les vota. Está también UPyD, a quien sólo parece que se hace caso cuando la gente se harta del PP y el PSOE pero no quiere moverse del centro, lo cual hará que su voto varíe mucho de unas elecciones a otras, especialmente cuando sus votantes se frustren de no lograr nunca el poder y caigan en la tentación del llamado voto útil.

Opinando personalmente, quizá el momento más importante de la noche electoral se produjo cuando en las celebraciones de la calle Génova de Madrid, los militantes del PP se pusieron a gritar "Esto es democracia, y no lo de Sol". Ya se sospechaba que el simpatizante medio del PP lo que quería era un cambio no en la dirección del 15-M, sino en la dirección de que ganara su partido, pero ese canto es todo un grito de guerra y una declaración pública de separación definitiva. Si ese grito hará despertar a todo ese movimiento de aquí a las generales de 2012 y movilizará su voto, especialmente si es válido, es una de las incógnitas del los próximos diez meses. Más les vale, porque un aumento aún mayor del poder del PP, que llegue hasta permitirles hacerse con las llaves de la Moncloa, va a dificultar aún más el poder conseguir cualquiera de los puntos del manifiesto que al final decidan. De cualquier modo, esa declaración de guerra puede costarle cara al PP de cara a las generales, si sirve para que el movimiento vea que el número de lobos puede crecer si no reacciona. Quizá no se pueda contener un victoria popular, que ya las ha habido, pero igual sí evitar una mayoría absoluta.

Conclusión de la conclusión: vota, o los demás lo harán por ti. Porque luego mucho comparar Sol con la plaza Tahrir, pero allí desearían tener lo que aquí despreciamos, a pesar de que no hace mucho que lo tenemos.

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jueves, 5 de mayo de 2011

El voto alternativo

Rogorn
en Blogorn

No sé si el tema este se ha publicado mucho en España, pero hoy en el Reino Unido hay unas elecciones locales a las que se añade un referéndum sobre cambiar el sistema del voto a partir de las próximas elecciones. El sistema actual, llamado "first past the post" (el primero que pase el poste, o el primero que llegue a la meta) significa que quien más votos tenga en una circunscripción, sea por la mayoría que sea, se lleva el escaño. Como toda la vida. Como Eurovisión, por ejemplo. La propuesta nueva, llamada "alternative vote" (AV), significa que cada votante, al entregar su papeleta, ha de indicar en qué orden prefiere a los candidatos en ella. Por ejemplo: primero el laborista, segundo el liberal-demócrata, tercero el ecologista, cuarto el conservador, y así hasta el número de candidatos que su papeleta tenga. Si al contar las primeras preferencias de cada papeleta el candidato más votado no consigue mayoría absoluta en la circunscripción, se cogen las papeletas del partido menos votado, se eliminan las primeras preferencias y se añaden las segundas preferencias a los otros partidos. Se vuelve a contar, y si ahora hay un candidato con mayoría absoluta, gana, y si no, se elimina al siguiente partido menos votado y se vuelven a redistribuir sus papeletas usando las segundas preferencias, así hasta que haya un candidato con mayoría absoluta o sólo dos candidatos.

Al principio parece complicado, pero en realidad lo único que hace este sistema AV es tener en cuenta que los votantes pueden tener una segunda opinión sobre quién quiere que gane el escaño. Por ejemplo, si tu preferido es un candidato independiente, pero ese no puede ganar, posiblemente tengas una preferencia sobre a quién prefieras después de él (PSOE, PP, IU, otro independiente, otro partido, etc). ¿Por qué, pues no tener en cuenta esa segunda preferencia cuando tu primera opción sea eliminada? Esta propuesta ayuda a tener en cuenta la opinión del electorado más que menos. Y quien no quiera andarse con estos líos, siempre puede marcar sólo un candidato y no participar en las rondas siguientes a que sea eliminado, si lo es. Hay quien lo ha explicado comparándolo con ir a la compra. Si vas a por birras, o detergente, y no tienen la marca que quieres, seguramente te lleves otra, la segunda que más prefieras o la que te ofrezca otras cosas, como mejor precio o más producto por el mismo dinero. Puede quedar chusco, pero lo ilustra bien.

Lo curioso (o no tanto) es que el debate sobre este sistema, como seguramente ocurriría en España, no se está centrando en si ayuda o no a reflejar mejor la opinión democrática del electorado, sino a qué partidos ayudaría o perjudicaría, y los defensores y detractores de la propuesta se acaban alineando de esa forma ventajista. Así, el AV es apoyado por los partidos pequeños, sobre todo el liberal-demócrata, el tercero más votado del país, que, al igual que Izquierda Unida en España, saca menos rendimiento de sus votos a nivel nacional del que podría con otro sistema. Les gusta el AV no sólo porque les proporcionaría más escaños, sino porque en los lugares donde sea eliminado ante los dos grandes, sus segundas preferencias pueden decantar la balanza en el recuento final hacia el lado mejor para sus partidarios, o al menos el menos malo.

Por contra, los partidos grandes prefieren el sistema actual, que favorece el bipartidismo. Los partidos nacionales que esparzan sus votos mucho pagan tan caros sus escaños que nunca consiguen demasiados, y los partidos locales, aunque arrasen en una determinada región, nunca llegarán a gran cosa a nivel nacional.

¿Y por qué se vota esto ahora en el Reino Unido? Pues porque en las pasadas elecciones generales ocurrió algo muy inusual: que no hubo una mayoría absoluta. El partido más votado fue el conservador, el segundo el laborista y el tercero el liberal-demócrata, que quedaba con votos suficientes para dar la llave del gobierno a cualquiera de los dos primeros. ¿A quién dársela, a los ideológicamente más próximos laboristas, que venían de perder la mayoría y gran cantidad de votos, escaños y popularidad, o al enemigo jurado, la derecha conservadora, que había ganado las elecciones? Al final se la dieron a los segundos, poniendo como condición, entre otras, que se celebrara este referéndum. Y aquí está. Y lo van a perder.

Veremos cómo va hoy la votación, pero los sondeos dicen que no habrá AV. Y una de las razones principales, al parecer, es que los británicos consideran que las coaliciones de gobierno son malas de por sí. O sea, no es que sean una posibilidad entre otras, es que si ocurren es algo intrínsecamente malo, como una sequía o una inundación. Les debe de parecer que es como jugar una final de copa y si alguien no gana por goleada, darle el trofeo a seis jugadores de un equipo y cinco de otro. Siempre que hay elecciones, se ve como un enfrentamiento sobre todo entre dos propuestas, donde a veces se cuela un tercero, pero donde quien gana, obviamente en buena lid, estilo 'Carros de fuego', se queda con el premio entero, y el otro aplaude, asiste a las ceremonias y se va a entrenar abnegadamente a la playa hasta que lleguen los próximos Juegos. Incluso el parlamento está colocado de manera que la mitad de los bancos queda enfrente de la otra mitad, en lugar de ese hemiciclo más supuestamente igualitario-coleguil.

O sea, que esos enjuagues de que gobiernen dos partidos juntos no les van, cuando son moneda común en otros países. Es más, en otros lugares lo extraño es que haya mayorías absolutas que permitan gobernar a un partido sin necesitar ningún tipo de apoyo parlamentario. Así, en los últimos meses, los británicos no saben muy bien qué pensar de un gobierno azul-dorado, 70% conservador, 30% liberal-demócrata, que está intentando ser conservador en lo fiscal y progresista en lo social, remando a veces en dos direcciones opuestas, falto de costumbre de hablar con el enemigo, en vez de ignorarlo cuatro años a la hora del té.

Y como el AV se cree que favorecería que hubiera más coaliciones en el futuro, seguramente será derrotado en el referéndum. Curiosa manera de verlo, bondad graciosa. Luego a ver quién se queja de que no hay suficientes opciones democráticas y que los aparatos de los partidos se comen toda iniciativa.

¿Y qué pasaría en España con algo como esto? Pues a saber.

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