Bienvenidos

Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

martes, 11 de octubre de 2011

Maestro

Quería ser maestro. Esa ha sido siempre mi gran pasión. No era sólo un trabajo, era mi ser.

Pero no me atreví en su día. No me gustaba como se desarrollaba la profesión, por un lado, y por otro, a mis 18 años, me atrajo el dinero de mi otra gran pasión: la medicina.

No sé si acerté o me equivoqué, eso es lo de menos. Lo importante es como se han desarrollado mis vivencias con lo que elegí.

Pero antes contar que tipo de maestro quería ser.

En la serie “Crónicas de un pueblo”, una de las figuras centrales era el maestro. Un maestro que se las apañaba para tener en una única clase a todos los alumnos, desde los más pequeños hasta lo mayores. Sería su profesor desde los seis años hasta que terminaran los estudios.

Supongo que hoy en día esto sería un sacrilegio pedagógico. Pero es lo que me entusiasmaba. Mis inexistentes alumnos iban a saber bastante poco de matemáticas, física, química o religión. Los pobres las pasarían moradas para subsistir en una selectividad.

Pero sabrían mucho de la vida, la naturaleza, las pasiones, las emociones, la felicidad, la angustia.

Sabrían de insatisfacciones y sus porqués.

Sabrían de cómo educar y no domar a sus futuros hijos.

Sabrían de rebeldía constructiva, de criticar sin herir y de mansedumbres autodestructivas.

Disfrutarían leyendo los libros que a cada uno de ellos le interesara.

Aprenderían de dependencia y de abrirse paso por la vida aportando y no restando.

Sabrían que lo social empieza por lo individual y que el egoísmo bien entendido, aquel que te sirve para hacer lo que realmente deseas y no lo que supuestamente debes hacer por los demás, termina siendo lo más solidario, por ser real y no agotador.

Me da la impresión que un chico que se enfrente al mundo con estas armas será capaz de ser un genio de las matemáticas, física, química o biología, sin haberlas dado en su infancia.

Pero elegí ser médico y no me arrepiento. He aprendido a amar profundamente lo que hago. Pero no soy un médico al uso. Uso muy pocos fármacos, pocas pruebas complementarias y pocas palabras técnicas altisonantes. Soy un docente de la medicina. Explico muchísimo más de lo que receto e intento dar las claves para mantenerse en salud y no enfermar. Para ello no son suficientes la dieta sana y el ejercicio. Mucho más importante es aprender a mantener la salud emocional.

Enfermamos en ocasiones por los genes, otras por infecciones inevitables, otras por malos hábitos en nuestra vida, pero sobre todo enfermamos porque sufrimos inútilmente….porque nuestro maestro de primaria y secundaria no nos enseñó más que matemáticas, física, química y biología.

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domingo, 19 de junio de 2011

Violencia y paz


John Galtung es un politólogo noruego experto en investigación sobre la paz.
La profundidad de su pensamiento y la enorme sencillez en sus exposiciones resultan tremendamente esclarecedoras sobre el origen de la violencia y como se alcanza una verdadera paz. Todo lo que escribe parece de sentido común. Supongo que muchos, cuando lo leen, opinan que ellos pensaban de manera muy similar, sólo que no lo habían estructurado tan bien.

Para Galtung hay dos tipos de paz:
1. La paz negativa: aquella en que simplemente no hay conflicto violento.
2. La paz positiva: aquella en que los Estados (también se puede aplicar a los individuos), buscan la colaboración, la solidaridad y el apoyo mutuo. Un ejemplo imperfecto nos atañe directamente: la construcción de la nueva Europa. Hemos pasado de siglos de enfrentamientos a una paz positiva desde el término de la Segunda Guerra Mundial.

Otro concepto fascinante que ha introducido es el triángulo de la violencia. Véase el triángulo que, con tanto esfuerzo, he conseguido pegar. No sólo sirve para explicar la violencia entre naciones, sino también la violencia individual.
Hay tres formas de violencia: la directa, la estructural y la cultural.

1. La violencia directa es la más fácil de detectar. Es la violencia directa, física o verbal.

2. Violencia estructural: posiblemente la peor forma de violencia. Se produce cuando una serie de estructuras impiden la satisfacción de las necesidades, sobre todo las más básicas. La estratificación social basada en sexo, raza, nobleza, nacionalidad o cualquier otra forma de prejuicio, que permite a unos un desarrollo completo y se lo impide a los demás, por el hecho de pertenecer a otra clase. Un ejemplo puede ser el de un negro en el apartheid que, por muy brillante y dinámico que fuese, nunca podía llegar a disponer de los recursos que el blanco menos capaz podía obtener. O la incapacidad de una mujer afgana de conseguir con su esfuerzo metas vedadas por el hecho de ser mujer.

La violencia estructural muchas veces es invisible. Un sistema en que el reparto de recursos es tan injusto que millones de personas mueren por hambre, es una forma de violencia estructural.

No es sin embargo violencia estructural la desigualdad que se crea en una sociedad en la que todos pueden acceder a estudios, con más o menos sacrificio, montar empresas o tener una amplia capacidad de maniobra y, los más brillantes o trabajadores consiguen economías más saneadas. Y no la hay por un principio, no de igualdad, sino uno mucho más justo que es el de equidad.

3. Violencia cultural. Es la manera de justificar la violencia estructural y la directa: por la patria, por Dios, por la defensa de nuestra lengua, nuestra cultura, nuestro sistema político, nuestras ideas sociales o económicas. Hitler legitimaba la violencia por la supremacía aria. Julio César legitimaba su violencia por “amor a Roma” y la civilización. España justificaba la masacre en el Nuevo Mundo en las ideas religiosas.
La violencia cultural es imprescindible para legitimar las otras dos violencias. Para que no exista el sentimiento de culpa tras las atrocidades.

La violencia cultural también es vital para la violencia individual que se ejerce sobre determinados colectivos. Si asumimos borreguil y alegremente los “valores” que nos inculcan, podemos justificar la violencia contra las mujeres (son seres inferiores que necesitan ser castigados de vez en cuando), o contra los protestantes, gays, etc. Lo más terrible es que al ejercer este tipo de violencia nos sentimos libres de toda culpa. No hay remordimiento gracias a la aniquilación cultural de la conciencia.

La violencia cultural y estructural provoca la violencia directa y ésta, a su vez, da motivos para alimentar a la violencia cultural y estructural. Si los campesinos/esclavos matan a varios terratenientes, hartos de las injusticias, éstos se ven más reforzados en sus ideas preconcebidas sobre la maldad e inferioridad de sus esclavos y fomentarán aún más ese fondo de violencia estructural y cultural.

El pensamiento de Galtung debería formar parte de la enseñanza en los colegios. Debería ser mucho más debatida porque es imposible que el ser humano consiga la paz sin conocer el porqué de la violencia.

Siempre he pensado que las cosas se pueden hacer desde dos perspectivas: el odio o el amor. Cuando actuamos desde el amor hay muchas más posibilidades de resolver los conflictos explorando los caminos de la paz. Cuando actuamos desde el odio, sólo la violencia lo ¿resolverá?.

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lunes, 23 de mayo de 2011

Sobre el voto, el partido pequeño y el 15-M

Rogorn
en Blogorn

Una de las formas de intentar analizar la posible influencia del movimiento 15-M en las elecciones del 22-M es comparar los resultados finales de éstas con los sondeos hechos antes del comienzo de las acampadas.

El fenómeno del 15-M, dentro de unas raíces comunes (como la indignación ante problemas como la crisis, la falta de empleo, la precariedad, los malos salarios y los escándalos de corrupción) ha sido desde el principio un magma bastante heterogéneo en varios temas, y el principal de ellos ha sido quizá qué hacer con el voto en estas elecciones locales. Uno de los grupos originarios del movimiento se llamaba "No les votes", y no es fácil saber cuánta gente pensaba si eso se refería a todos los partidos, a los llamados grandes, o a cuántos partidos podemos llamar grandes. Luego el propio 15-M no quiso pronunciarse por ningún partido, ni siquiera por apoyar una llamada a ejercer el voto. Sí hubo mucho interés en informar sobre las diferencias entre abstención, voto en blanco y voto nulo, pero no se dio ninguna indicación sobre a quién votar o siquiera si votar. También se habló mucho acerca de castigar a los partidos grandes y especialmente sobre interpretar el bipartidismo como algo intrínsecamente malo, que de eso habría mucho que hablar.

Veamos los resultados en las autonómicas de ayer, indicando el resultado de 2007, el del sondeo del CIS para 2011 y el del 22-M.

Aragón
2007: PSOE 30, PP 23, PAR 9, CHA 4 IU 1
So11: PSOE 27, PP 26, PAR 7, CHA 4, IU 1
2011: PP 30, PSOE 22, PAR 7, CHA 4, IU 4

El PP se suponía que subiría de 23 escaños a 26, y ha llegado a 30. El PSOE debería haber bajado de 30 a 27 y ha quedado en 22. IU debería haber mantenido su 1, y ha subido a 4. Es decir, han ganado los dos extremos: el partido más grande, el PP (y el más contrario a priori a las propuestas que se van oyendo en el 15-M), y el famoso partido pequeño, representado en IU.

Asturias
2007: PSOE 21, PP 20, IU 4
So11: PSOE 19, PP 16, FA 7, IU 3
2011: FA 16, PSOE 15, PP 10, IU 4

La llegada del FA, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, escindido del PP, hace las comparaciones difíciles. Sobre todo por saber si se le aplica el principio del partido pequeño. Por un lado, ¿qué partido más pequeño hay que uno fundado este mismo año?, y por otro Álvarez-Cascos no es un don nadie, sino un antiguo vicepresidente del gobierno y ex presidente de Asturias. Lo que está claro es que ha superado todas las expectativas. Sólo el día antes se estaba hablando de si el PP hablaría con el FA si éstos quedaban terceros, y han quedado primeros a pesar de tener 126 votos menos que el PSOE. Sólo 126 entre más de 600.000 votos depositados. Quizá ahora alguno de los 24.000 asturianos que votaron nulo o en blanco o de los 300.000 que se abstuvieron se arrepientan del uso que han dado a su derecho.

Baleares
2007: PP 29, PSOE 22, PSM-IV 5, UM 3
So11: PP 33-32, PSOE 23-22, PSM-IV 3, IU 1
2011: PP 35, PSOE 14 PSM-IV 4, PSOE-PACTE 4, PSM-EN 1, GXF-PSOE 1

Hasta cinco formaciones diferentes llevan un PS (partido socialista) en sus siglas, lo cual ilustra uno de los riesgos del tema de los partidos pequeños: si se hacen a base de escisiones del mismo lado, la ventaja es para el otro. El PP pasa de 29 a 35 escaños, consiguiendo una mayoría absoluta que antes no tenía, a pesar de recientes escándalos de corrupción.

Canarias
2007: PSOE 26, PP 15, CC 19
So11: PSOE 23, PP 16-17, CC 19-20, NC 0-2
2011: PP 21, CC 21, PSOE 15, NC 3

También aquí suben los extremos del PP por un lado y los partidos pequeños por otro, si como tal entendemos al novato NC.

Cantabria
2007: PP 17, PRC 12, PSOE 10
So11: PP 18, PRC 13, PSOE 8
2011: PP 20, PRC 12, PSOE 7

Si por "el pequeño", o simplemente "el que no es ni PP ni PSOE", entendemos un PRC que ya era la segunda fuerza, pues se ha quedado como estaba, cuando el sondeo preveía una ligera mejoría que hubiera sido suficiente para evitar una mayoría absoluta del PP. Al igual que en Asturias, los 13.200 que votaron nulo o en blanco podrían haber cambiado el resultado de la balanza.

Castilla-La Mancha
2007: PSOE 26, PP 21
So11: PP 25, PSOE 24
2011: PP 25, PSOE 24

Única comunidad donde se cumplió el pronóstico del sondeo, quizá porque es más fácil hacer quinielas con sólo dos contendientes. De nuevo, una mayoría popular por sólo un escaño, y de nuevo un paquete de votos nulos y en blanco (36.000, casi un 3%) que podría haber cambiado el resultado, aunque en este caso ese cambio se habría conseguido más fácilmente si esos votos hubieran sido para IU, que se quedó a un 1,13% de sacar escaño.

Castilla y León
2007: PP 48, PSOE 33, UPL 2
So11: PP 50, PSOE 32, IU 1, UPL 1
2011: PP 53, PSOE 29, IU 1, UPL 1

Otra vez el PP sube más de lo previsto, ampliando una mayoría absoluta que ya tenía, y el PSOE baja más de lo previsto. Los pequeños se quedan como estaban, aunque a base de que los leoneses de UPL pierdan uno de sus dos a manos de IU.

Comunidad Valenciana
2007: PP 54, PSOE 38, IU 7
So11: PP 60, PSOE 33, IU 6
2011: PP 55, PSOE 33, CC 6, IU 5

Caso interesante de partido nuevo que ayuda al PP a quitar votos a la izquierda (PSOE baja 5, IU baja 2), pero a la vez evita una subida mayor del PP (que sólo sube 1). Y otro caso de partido premiado a pesar de (o quizá a causa de, quién sabe), escándalos de corrupción.

Extremadura
2007: PSOE 38, PP 27
So11: PP 32, PSOE 31, IU 2
2011: PP 32, PSOE 30, IU 3

Muy cerca de cumplirse el pronóstico, y aquí, para variar, el partido pequeño, IU, consiguió lo suficiente para evitar una mayoría absoluta del PP y dársela a sí mismos y al PSOE si se coaligan.

Madrid
2007: PP 67, PSOE 42, IU 11
So11: PP 75, PSOE 41, IU 13
2011: PP 72, PSOE 36, IU 13, UpyD 8

En Madrid hay que tener en cuenta que se subía de 120 a 129 escaños, debido al aumento de población. No sé si eso ha facilitado el éxito de UPyD, pero es quizá la mayor muestra de éxito de un partido pequeño, aunque de nuevo viene acompañada de un aumento de escaños para el PP, que refuerza su mayoría absoluta, y una disminución para el PSOE. En el lugar donde empezó el 15-M, los votos nulos y en blanco superan el 4%, más de 200.000.

Murcia
2007: PP 29, PSOE 15, IU 1
So11: PP 31, PSOE 13, IU 1
2011: PP 33, PSOE 11, IU 1

Rioja
2007: PP 17, PSOE 14, PR 2
So11: PP 19, PSOE 12, PR 2
2011: PP 20, PSOE 11, PR 2

Dos casos de mayor éxito del esperado para el PP, reforzando mayorías absolutas que ya tenía, y mayor descenso del esperado para el PSOE, con dos pequeños de presencia testimonial.

Navarra
2007: UPN-PP 22, Na-Bai 12, PSOE 12, IU 2, CDN 2
So11: UPN 16, Na-Bai 11, PSOE 11, PP 6, IU 4, Bildu 2
2011: UPN 19, PSOE 9, Na-Bai 8, Bildu 7, PP 4, IU 3

Navarra es un caso especial, pero ilustrativo. De nuevo hasta seis partidos diferentes consiguen representación, y demuestra otro riesgo, prácticamente nunca comentado, del tema de los partidos pequeños: la gran dificultad a la hora de ponerse de acuerdo y gobernar. La vuelta de Bildu también dificulta analizar la situación. Puede ser uno de los casos más interesantes de seguir, ya que todos estos partidos no son necesariamente escisiones unos de otros al estilo Álvarez-Cascos, sino bloques a varias bandas: populares, socialistas, navarros pro-vasquitas y no, etc.

Conclusiones:

Es difícil saber qué decisión tomó cada simpatizante del 15-M respecto al tema del voto, pero lo que sí es cierto es que según se dice, ha habido más votos nulos y en blanco que nunca, llegando a casi el millón. También es difícil saber si esto ha sido por el 15-M o es algo que la gente ya tenía decidido antes como método de castigo. Porque, dicho sea de paso, eso de usar el voto en blanco como método de castigo tampoco está claro. Quien vote en blanco pude hacerlo porque no se considere suficientemente informado, porque le dé igual y delegue en los demás votantes, por pereza, por demostrar apoyo a la democracia en general en ausencia de opinión formada, o por varias otras razones. O sea, puede ser el equivalente del que cuando quedas con la pandi y se pregunta adónde vamos a tomar el vino, responde que "donde digáis vosotros". No tiene por qué significar un castigo a todos los partidos que se presentan, pero probablemente se interprete así.

Lo que está claro es que un millón de votos son muchos votos. Sólo tres partidos tienen más de esa cifra de sufragios, lo cual convierte al VN-VeB en la cuarta fuerza política española, y por lo tanto, los demás partidos se querrán acercar a esta fuente a ver si pescan apoyos en ella. La victoria del PP ha sido clara, pero en varios sitios han sido victorias por la mínima o incluso, como en Asturias, por penalties, si consideramos que la victoria de Ávarez-Cascos es para el PP sólo por aproximación y por un puñado de votos del tamaño de la gente que hay en un bar. Hay varios lugares en los que alguna décima más de participación o la conversión de votos nulos y en blanco en votos válidos podría haber cambiado el resultado. En Aragón el PP ha ganado, pero sin mayoría absoluta y habrá que esperar a ver los pactos entre cuatro partidos representados. En Cantabria y Castilla-La Mancha la mayoría absoluta del PP es de sólo un escaño, y en Extremadura se logró in extremis, nunca mejor dicho, evitarla por un solo escaño también. Por supuesto, hay regiones con claras mayorías corregidas y aumentadas, pero una de las lecciones que se pueden sacar es que hay sitios donde ese millón de votos nulos y en blanco puede cambiar las cosas, y que quien vuelva a usarlo de esta manera, volverá a decir que se conforma con lo que digan los que votan válido. Por no hablar de ese tercio de gente que ni siquiera votó, y a quien se aplica lo mismo. Dicho lo cual, me alegra ver que comparado con 2007, ahora ha votado más porcentaje de gente: del 63,2% se ha pasado al 66,2.

El tema del partido pequeño tiene varias vertientes también. Más partidos no siempre da lugar a más gobernabilidad. Es más, casi nunca. A cambio de representar más opiniones se ralentiza o a veces se encona e imposibilita la toma de decisiones, y también puede conducir a un intercambio de propuestas (yo te apruebo esto si tú me apruebas lo otro) donde el electorado ya no tiene nada que decir y todo depende de la capacidad de trapicheo de cada político. Sí pueden ser efectivos como forma de castigo al partido contrario o como señal de que la gente quiere un poco más de giro hacia un lado u otro, normalmente hacia la izquierda, que es el papel que ha venido representando IU desde hace ya décadas. Pero para lograr eso también hay que apoyarlos con votos válidos. En elecciones autonómicas como estas, está la opción también de un partido regional, pero eso ya depende de los temas locales, y los hay de todo tipo, signo y razón para existir. Los hay poderosos, diminutos y personalistas, que son los que más éxito tienen, como se ve en Asturias y Cantabria. Pero de nuevo, sólo serán signo de diversidad si se les vota. Está también UPyD, a quien sólo parece que se hace caso cuando la gente se harta del PP y el PSOE pero no quiere moverse del centro, lo cual hará que su voto varíe mucho de unas elecciones a otras, especialmente cuando sus votantes se frustren de no lograr nunca el poder y caigan en la tentación del llamado voto útil.

Opinando personalmente, quizá el momento más importante de la noche electoral se produjo cuando en las celebraciones de la calle Génova de Madrid, los militantes del PP se pusieron a gritar "Esto es democracia, y no lo de Sol". Ya se sospechaba que el simpatizante medio del PP lo que quería era un cambio no en la dirección del 15-M, sino en la dirección de que ganara su partido, pero ese canto es todo un grito de guerra y una declaración pública de separación definitiva. Si ese grito hará despertar a todo ese movimiento de aquí a las generales de 2012 y movilizará su voto, especialmente si es válido, es una de las incógnitas del los próximos diez meses. Más les vale, porque un aumento aún mayor del poder del PP, que llegue hasta permitirles hacerse con las llaves de la Moncloa, va a dificultar aún más el poder conseguir cualquiera de los puntos del manifiesto que al final decidan. De cualquier modo, esa declaración de guerra puede costarle cara al PP de cara a las generales, si sirve para que el movimiento vea que el número de lobos puede crecer si no reacciona. Quizá no se pueda contener un victoria popular, que ya las ha habido, pero igual sí evitar una mayoría absoluta.

Conclusión de la conclusión: vota, o los demás lo harán por ti. Porque luego mucho comparar Sol con la plaza Tahrir, pero allí desearían tener lo que aquí despreciamos, a pesar de que no hace mucho que lo tenemos.

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jueves, 5 de mayo de 2011

El voto alternativo

Rogorn
en Blogorn

No sé si el tema este se ha publicado mucho en España, pero hoy en el Reino Unido hay unas elecciones locales a las que se añade un referéndum sobre cambiar el sistema del voto a partir de las próximas elecciones. El sistema actual, llamado "first past the post" (el primero que pase el poste, o el primero que llegue a la meta) significa que quien más votos tenga en una circunscripción, sea por la mayoría que sea, se lleva el escaño. Como toda la vida. Como Eurovisión, por ejemplo. La propuesta nueva, llamada "alternative vote" (AV), significa que cada votante, al entregar su papeleta, ha de indicar en qué orden prefiere a los candidatos en ella. Por ejemplo: primero el laborista, segundo el liberal-demócrata, tercero el ecologista, cuarto el conservador, y así hasta el número de candidatos que su papeleta tenga. Si al contar las primeras preferencias de cada papeleta el candidato más votado no consigue mayoría absoluta en la circunscripción, se cogen las papeletas del partido menos votado, se eliminan las primeras preferencias y se añaden las segundas preferencias a los otros partidos. Se vuelve a contar, y si ahora hay un candidato con mayoría absoluta, gana, y si no, se elimina al siguiente partido menos votado y se vuelven a redistribuir sus papeletas usando las segundas preferencias, así hasta que haya un candidato con mayoría absoluta o sólo dos candidatos.

Al principio parece complicado, pero en realidad lo único que hace este sistema AV es tener en cuenta que los votantes pueden tener una segunda opinión sobre quién quiere que gane el escaño. Por ejemplo, si tu preferido es un candidato independiente, pero ese no puede ganar, posiblemente tengas una preferencia sobre a quién prefieras después de él (PSOE, PP, IU, otro independiente, otro partido, etc). ¿Por qué, pues no tener en cuenta esa segunda preferencia cuando tu primera opción sea eliminada? Esta propuesta ayuda a tener en cuenta la opinión del electorado más que menos. Y quien no quiera andarse con estos líos, siempre puede marcar sólo un candidato y no participar en las rondas siguientes a que sea eliminado, si lo es. Hay quien lo ha explicado comparándolo con ir a la compra. Si vas a por birras, o detergente, y no tienen la marca que quieres, seguramente te lleves otra, la segunda que más prefieras o la que te ofrezca otras cosas, como mejor precio o más producto por el mismo dinero. Puede quedar chusco, pero lo ilustra bien.

Lo curioso (o no tanto) es que el debate sobre este sistema, como seguramente ocurriría en España, no se está centrando en si ayuda o no a reflejar mejor la opinión democrática del electorado, sino a qué partidos ayudaría o perjudicaría, y los defensores y detractores de la propuesta se acaban alineando de esa forma ventajista. Así, el AV es apoyado por los partidos pequeños, sobre todo el liberal-demócrata, el tercero más votado del país, que, al igual que Izquierda Unida en España, saca menos rendimiento de sus votos a nivel nacional del que podría con otro sistema. Les gusta el AV no sólo porque les proporcionaría más escaños, sino porque en los lugares donde sea eliminado ante los dos grandes, sus segundas preferencias pueden decantar la balanza en el recuento final hacia el lado mejor para sus partidarios, o al menos el menos malo.

Por contra, los partidos grandes prefieren el sistema actual, que favorece el bipartidismo. Los partidos nacionales que esparzan sus votos mucho pagan tan caros sus escaños que nunca consiguen demasiados, y los partidos locales, aunque arrasen en una determinada región, nunca llegarán a gran cosa a nivel nacional.

¿Y por qué se vota esto ahora en el Reino Unido? Pues porque en las pasadas elecciones generales ocurrió algo muy inusual: que no hubo una mayoría absoluta. El partido más votado fue el conservador, el segundo el laborista y el tercero el liberal-demócrata, que quedaba con votos suficientes para dar la llave del gobierno a cualquiera de los dos primeros. ¿A quién dársela, a los ideológicamente más próximos laboristas, que venían de perder la mayoría y gran cantidad de votos, escaños y popularidad, o al enemigo jurado, la derecha conservadora, que había ganado las elecciones? Al final se la dieron a los segundos, poniendo como condición, entre otras, que se celebrara este referéndum. Y aquí está. Y lo van a perder.

Veremos cómo va hoy la votación, pero los sondeos dicen que no habrá AV. Y una de las razones principales, al parecer, es que los británicos consideran que las coaliciones de gobierno son malas de por sí. O sea, no es que sean una posibilidad entre otras, es que si ocurren es algo intrínsecamente malo, como una sequía o una inundación. Les debe de parecer que es como jugar una final de copa y si alguien no gana por goleada, darle el trofeo a seis jugadores de un equipo y cinco de otro. Siempre que hay elecciones, se ve como un enfrentamiento sobre todo entre dos propuestas, donde a veces se cuela un tercero, pero donde quien gana, obviamente en buena lid, estilo 'Carros de fuego', se queda con el premio entero, y el otro aplaude, asiste a las ceremonias y se va a entrenar abnegadamente a la playa hasta que lleguen los próximos Juegos. Incluso el parlamento está colocado de manera que la mitad de los bancos queda enfrente de la otra mitad, en lugar de ese hemiciclo más supuestamente igualitario-coleguil.

O sea, que esos enjuagues de que gobiernen dos partidos juntos no les van, cuando son moneda común en otros países. Es más, en otros lugares lo extraño es que haya mayorías absolutas que permitan gobernar a un partido sin necesitar ningún tipo de apoyo parlamentario. Así, en los últimos meses, los británicos no saben muy bien qué pensar de un gobierno azul-dorado, 70% conservador, 30% liberal-demócrata, que está intentando ser conservador en lo fiscal y progresista en lo social, remando a veces en dos direcciones opuestas, falto de costumbre de hablar con el enemigo, en vez de ignorarlo cuatro años a la hora del té.

Y como el AV se cree que favorecería que hubiera más coaliciones en el futuro, seguramente será derrotado en el referéndum. Curiosa manera de verlo, bondad graciosa. Luego a ver quién se queja de que no hay suficientes opciones democráticas y que los aparatos de los partidos se comen toda iniciativa.

¿Y qué pasaría en España con algo como esto? Pues a saber.

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domingo, 13 de febrero de 2011

La chispa (literal) de la revolución

Rogorn
en Blogorn

La historia de cómo empezó la Primera Guerra Mundial es conocida: el chófer del archiduque Francisco Fernando se salió de su ruta equivocándose de calle en Sarajevo, y por accidente se encontraron con el activista Gavrilo Princip, que aprovechó la oportunidad para matarlo. Posiblemente habría habido guerra de todas formas, pero aquello ocurrió así porque las circunstancias, lejanas y próximas, convergieron todas juntas el 28 de junio de 1914.

El 17 de diciembre de 2010 Mohamed Buazizi (Bouazizi, transcrito a la francesa), de 26 años, salió de su modesta casa en el pueblo de Sidi Buzid, de 40.000 habitantes, en el polvoriento centro de Túnez, con su carretilla llena de frutas y verduras para vender en el mercado, como llevaba haciendo desde los diez años. Estaba preocupado, porque tenía una deuda, por la astronómica cantidad de 180 euros, y pensaba que jamás lograría el sueño dorado de su vida, una furgoneta para dejar de tener que tirar de carretilla. Así que tenía que vender su mercancía como fuera.

Una vez en el mercado, al poco se le presentó una inspectora municipal, Faida Hamdi, de 45 años, que le confiscó sus frutas y verduras por no tener permiso de venta en regla. Según dicen otros vendedores, en el pueblo hay tres posibilidades en estos casos: salir corriendo, abandonando tu mercancía, pagar la multa oficial, que equivale a varios días de ganancias, o llegar a un acuerdo extraoficial con los inspectores. O sea, sobornos. Mohamed decidió que aquel día, mira tú por dónde, no iba a hacer ninguna de las tres cosas. Cuando intentó evitar que le cogieran las manzanas de la carretilla, la inpectora le pegó una bofetada. Según testigos, también le escupieron, le derribaron la carretilla y la balanza, y los ayudantes de la inspectora le pegaron.

Mohamed, que según su propia hermana nunca ha sido tampoco un angelito ni un abnegado mártir, se cabreó, se fue a la oficina municipal a unas calles de allí y exigió que le devolvieran sus cosas. Le volvieron a sacudir. Entonces, se fue al gobierno regional, donde esta vez no le pegaron, pero sí que le dijeron que nones. Y que de ver al gobernador en persona, menos todavía. Nadie le prestó atención cuando dijo: "Como no me vea, me prendo fuego". Menos de una hora después del comienzo del incidente, a las once y media de la mañana, Mohamed volvió con un par de botellas de disolvente de pintura, se las echó por encima, pidió por última vez ver al gobernador, y se prendió fuego, como dijo que haría. Se quemó gravemente el noventa por ciento del cuerpo. En el hospital local poco pudieron hacer por él, y lo llevaron a la ciudad grande más cercana, Sfax.

Mientras, medio pueblo se congregó frente al edificio del gobierno, donde la policía agravó el problema más que solucionarlo. Cinco días después, durante una manifestación en el mismo sitio, un hombre de 22 años se suicidó electrocutándose, mientras gritaba "¡No a la miseria! ¡No al paro!" Las protestas, azuzadas a través de internet, empezaron a aumentar por todo el país. La policía empezó a disparar contra los manifestantes, provocando aún más muertos.

A todo esto, Mohamed no había muerto. Viendo que se estaba convirtiendo en un símbolo, lo llevaron al mejor hospital del país, en la capital, y el presidente de la nación lo visitó, todo compungido. Acabó muriendo el 4 de enero, dieciocho días después del incidente. Su funeral fue multitudinario. El fin de semana siguiente veinticuatro personas murieron a disparos de la policía durante más protestas. El presidente huyó del país, y en vez de sus fotos, la gente empezó a llevar retratos de Mohamed. El resto ya lo conocemos: la revuelta se extendió a otros cuatro países, donde más gente igual, quizá también llamada Mohamed, ha estado viviendo de la misma forma que él.

Ahora se ha convertido en un mártir, y puede que la realidad se distorsione un poco, aunque hoy en día sea más difícil colar trolas, al menos mientras haya quien siga haciendo preguntas. Por ejemplo, en alguna parte se dijo que Mohamed era un universitario licenciado en informática, convirtiendo la historia en la típica de falta de oportunidades incluso para la gente sobradamente preparada que se esfuerza en superarse a sí misma. En realidad, Mohamed dejó el colegio a los 14 años.

También en realidad, aunque lo de los inspectores lleva pasando toda la vida (menciones a la corrupción en el país han aparecido en los cables filtrados en WikiLeaks), a Mohamed sólo se le saltó el fusible el día en que una mujer le pegó una torta en público, así que su día de cólera quizá tuvo que ver más con eso que con otras cosas. Lo cual no quita, obviamente, para aceptar que la realidad de las vidas de mucha gente en muchos países estaban lo suficientemente mal como para haberse llegado al mismo resultado por otro camino. Y también en realidad, el villano del asunto era hasta ahora un símbolo de progreso: soltera en un mundo machista y con un trabajo "de hombre", que ha acabado en la cárcel "para su propia protección". Mientras, se está preparando una película sobre Mohamed, un kuwaití ha ofrecido diez mil dólares por su carretilla, y se dice que una plaza en París podría llevar su nombre.

Como dice hoy Manuel Vicent en 'El País Semanal', "en la antigüedad se derrocaba a los tiranos pegándoles un tiro. Ahora el tiro te lo tienes que dar tú y lo más que consigues es que el tirano cambie de país llevándose una tonelada y media de oro."

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viernes, 7 de enero de 2011

Exigencia hacia los demás

Para entender mejor esta entrada es deseable leer la anterior.

Si negativa es la autoexigencia excesiva, la exigencia exagerada sobre los demás es, además, injusta. Y también es la fuente principal de maltrato infantil (entre otras formas de maltrato).

¿Cuál es el objetivo de la educación?
A mi juicio, la educación consiste en desarrollar plenamente la personalidad del ser humano. Pero la personalidad concreta de ese niño. No consiste en forzarle a que el crío asuma nuestros valores y que sea como nosotros queremos que sea, trabaje en lo que queremos, profese nuestra religión o siga nuestras ideas políticas, sino en que desarrolle su entendimiento para que encuentre, por sí mismo, sus propios valores. Supone respetarlo desde que nace y enseñarle a respetarse y respetar a los demás.

Resumiendo: educar no consiste en crear discos duros donde se meten conocimientos y valores sino en FORMAR INVESTIGADORES, niños curiosos que sepan buscar lo que les interesa y se formen de acuerdo a su propio ser. Seres que piensen más y traguen menos.

Exigencia hacia los demás
Siguiendo la misma línea de pensamiento de la anterior entrada:

La exigencia hacia los demás (hijos por ejemplo), en última instancia, es la consecuencia de las expectativas que tenemos sobre nuestros hijos. A más expectativas, más exigencias y, cuanto mayores son las expectativas que tenemos, el nivel de exigencia es más elevado. Por otro lado, nuestras expectativas están íntimamente relacionadas con la imagen que deseamos proyectar y que proyecten nuestros hijos o con la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros.

Así pues, una imagen deseada para nuestros hijos demasiado elevada y no realista, conlleva unos niveles demasiado altos de exigencia.

Cuando les exigimos, ponemos en marcha sus mecanismos biológicos de stress, que conllevan abundante suelta de adrenalina y esteroides, que les pone en estado de alerta, lo que les hace mucho más eficaces en la resolución de problemas. Pero un exceso de stress lleva a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

El siguiente diagrama lo expone de forma más clara y concisa.

Imagen→Expectativa→Exigencia→Stress→Ansiedad.

Y ésta es exactamente la sociedad que tenemos: un conjunto de personas a las que se ha exigido desde que nacieron por encima de sus posibilidades o exigidos para que sean distintos a su propia naturaleza, para que complazca la imagen que los padres quieren que tengan sus hijos, lo que lleva a niveles bajos de autoestima y niveles altos de stress y ansiedad.

Hemos poblado nuestro mundo de seres que luchan denodadamente para cumplir con la imagen que sus padres han fabricado para ellos y, para cumplir con esas expectativas, nos exigimos cada vez más, lo que nos conlleva más y más stress.

Esos niños serán adultos, tendrán hijos y los educaran de la misma manera que han sido educados ellos si, por medio, no ha aparecido la autocrítica y se ha huido del borreguismo.

No respetar la esencia de nuestros hijos y querer que cumplan nuestras expectativas, es la forma de maltrato más frecuente y menos visible que tenemos.

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sábado, 1 de enero de 2011

Autoexigencia

Del blog de Juan "Adicto a la gente"

La exigencia, en última instancia, es la consecuencia de una expectativa. A más expectativas, más exigencias y, cuanto mayor es la expectativa que tenemos, el nivel de exigencia es más elevado. Por otro lado, nuestras expectativas están íntimamente relacionadas con la imagen que deseamos proyectar o con la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros.

Así pues, una imagen propia demasiado elevada y no realista, conlleva unos niveles demasiado altos de exigencia.

Cuando nos exigimos, ponemos en marcha los mecanismos biológicos de stress, que conllevan abundante suelta de adrenalina y esteroides, para ponernos en estado de alerta, lo que nos hace mucho más eficaces en la resolución de problemas. Pero un exceso de stress lleva a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

El siguiente diagrama lo expone de forma más clara y concisa.

Imagen→Expectativa→Exigencia→Stress→Ansiedad.

Si queremos combatir la ansiedad crónica, no es suficiente luchar contra el stress, que no es la fuente, ni siquiera contra la exigencia ni las expectativas. Hay que ir al origen: a nuestra imagen, a la que creemos tener o la que creemos que los demás tienen de nosotros.

Para intentar una aproximación segura, eficaz y realista a nuestro verdadero ser tenemos que hacer un ejercicio de internalización. No fijarnos en apariencias externas ni en las reacciones de los demás, sino que tenemos que hacer un ejercicio de introspección, de meditación serena y honesta con nosotros mismos.

Tenemos que pasar de la imagen (apariencia) al ser íntimo y real. No debemos pensar en lo que quieren o esperan los demás de nosotros, sino en lo que realmente queremos nosotros. Tenemos que dar un paso gigantesco: desaprender mucho de lo aprendido, criticar y analizar lo que nos ha venido impuesto desde siempre. Debemos aprender a ser egoístas (no egocentristas) de manera equilibrada, es decir, atender nuestro propio interés sin olvidar o menoscabar los ajenos. Debemos comprender cuáles son realmente nuestros deseos y necesidades y saberlos diferenciar de lo que los demás esperan de nosotros y actuar en consecuencia: hacer y ser lo que realmente nosotros queremos hacer y ser. Sólo así nos respetamos y queremos. Sólo así hay una autoestima adecuada. Y sólo así aprendemos a respetar y querer, de verdad, con amor generoso, a los demás y nos podemos dar a ellos en cuerpo (nuestro verdadero cuerpo) y alma (nuestra verdadera alma).

Cuando nos conocemos de verdad, nuestras expectativas son realistas y se corresponden con nuestro ser y, en este caso, nuestro nivel de exigencia será adecuado y adecuados serán también los mecanismos de stress que pongamos en marcha, por lo que conseguiremos objetivos deseados sin la carga de la ansiedad.

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