Bienvenidos

Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

martes, 24 de marzo de 2009

¿El trono o María?

Rogorn
en Blogorn

Cuando voy por ahí de visita siempre me compro un periódico local, a veces incluso cuando estoy en el extranjero de afuera y no conozco la parla. Manías que tiene uno. Y estando hace poco en Cádiz, vi en el Diario noticia de que Les Luthiers estaban ese día actuando en Valladolid. La verdad es que no me sorprendió encontrar esta referencia en absoluto, a pesar de que en esta España de las autono-míaspamísolo hay quien intenta que se sepa todo de las cuatro piedras de debajo de tu casa y nada de las magnas obras del ser humano en cuanto éstas caigan más alla de un cartel que anuncie comunidad nueva. Y no me sorprendió nada porque, si puedo tirar de topicazo y Cádiz es un sitio donde les gusta la guasa (de hecho, la fabrican allí), el hecho de tener a Les Luthiers a menos de mil kilómetros de distancia merece impresión en los papeles locales. Porque son los amos del tema.

Quien los conozca no necesita saber más, salvo que están esta semana en Vigo y en octubre y noviembre en Madrid. Se había dicho el año pasado que se retiraban tras quitarle hojas a cuarenta tacos de calendario por esos mundos hispanoparlantes de Dios, pero no. Y además, tienen espectáculo nuevo, 'Lutherapia', que al parecer ('tamaña dehvergüeensa') no van a traer a España aún. Así que ojo al parche. Y mano al costado.

Y a quien no los conozca los convierto yo en un momento. Al budismo si hace falta, en las noches de luna llena. Hoy en día, habiendo Wikipedia y YouTube, poco se necesita para informarse de casi primera mano, así que se remite allí para encontrar detalles exactos. Yo aquí me voy a dar al panegírico desaforado. Les Luthiers son un grupo de humoristas que empezaron como músicos serios, de los de conservatorio y demás, y acabaron como los reyes de lo que por la presente, en plan crítico conspicuo de los más afamados cenáculos, bautizo como 'comedia lingüístico-musical'. Disfrazando sus actuaciones de recital de piezas musicales de compositores inventados (el más famoso e infame de ellos el simpar Johan Sebastian Mastropiero), éstas se componen de varios números donde se parodia desde la forma de presentar cada tema, hasta sus letras, estilo musical y convenciones escénicas. Por ejemplo, ya en la primera de sus piezas, 'Cantata Laxatón', el concepto era anunciar un laxativo a base de componer una cantata clásica y hacer una letra al efecto. Y era una cantata de verdad, no cualquier cosa que imitara música clásica. Si parodian un tango, escriben un tango, si parodian un aria, escriben un aria, si un vals o un blues o una zarzuela o un corrido mejicano, ídem, impecablemente compuesto. Tienen un auténtico tour de force llamado 'El lago encantado', que consiste en radiar un ballet. Veinte minutos de número. Para empezar, ¿cuándo se ha visto que se radie un ballet? Y para seguir, las descripciones de cada escena en la voz de locutor antiguo de Marcos Mundstock son para no necesitar imágenes. "Vasili y Renaldo visten atuendos de color gris perla. La capa del Príncipe es celeste y tiene las borlas doradas. Los aldeanos usan rústicas vestimentas en la gama de los fucsias (¿?). Los trajes son muy ajustados y marcan claramente las... diferencias sociales." Y la música es como para ponerse de puntillas al oírla.

Esta mezcla de parodia musical por un lado y sumo respeto por cada una de sus convenciones al componer las piezas por otro es uno de los elementos principales de sus obras. El otro es su inigualable maestría para el chiste verbal. Cada número es una delicia de los amantes de los juegos de palabras, que llegan a veces a ser verdaderas obras de relojería, como por ejemplo en 'El rey enamorado', donde un pobre juglar a sueldo se hace un lío de campeonato con los pronombres mientras canta a María, la amada del rey. 'Mi amor', dicta el rey. 'Su amor', canta el juglar. 'Mi tesoro', continúa el rey. 'Su tesoro', traduce el juglar. 'Mímame', se arrebata el rey. 'Súmame', se maniata el juglar. '¡Súmelo!', intenta arreglar éste con cara de pánico.

Los ejemplos serían interminables, cada luthierólogo tiene sus favoritos, y uno de los grandes placeres es irlos recogiendo y coleccionando. Porque hoy en día está todo a disposición fácilmente, pero antes sus grabaciones pasaban de mano en mano, de cinta de cassette en cinta de cassette, cada copia con sonido más deteriorado que la anterior. A menudo, además, no estaba un disco completo, sino recopilaciones de lo mejor según cada uno. Yo tenía colocadas las piezas con mucho cálculo y estudio para que me cupieran en cintas de 90 minutos, mezclando en cada cara las obras largas como 'Cartas de color' con otras más cortas como 'Jingle bass pipe', de apenas un minuto de duración, donde con musiquilla de anuncio dirigido a triunfadores, el texto completo es: 'Usted, que frecuenta el éxito como una costumbre más... Usted, que triunfa con la misma naturalidad en los negocios y en los deportes más exclusivos... Usted, que está habituado a que los hombres lo respeten y las mujeres lo admiren... Usted, ¿nos puede decir cómo hace?'

Así que, a quien quiera iniciarse, yo le recomendaría YouTubar o lo que fuere, lo siguiente:

-Consejos para padres / La gallina dijo 'Eureka' ('¿Te gusta el cantito? Entonces, cashate.')

-Serenata mariachi ('Un futuro venturoso'. 'Dos futuros venturosos')

-Les nuits de Paris ('Para que no me destetes')

-El explicado ('Qué bueno, Daniel')

-La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa ('Ved qué bestia, qué animal')

-Payada de la vaca ('No me asusta el acertijo')

-El rey enamorado ('Cuestre lo que cuestre')

-La tanda ('De cada diez personas que ven la televisión, cinco son la mitad')

-Cartas de color ('Singuí Ngtumi')

-Las majas del bergantín ('Y no les enseño Italia, porque quedaría feo')

Y la que ha de ser la campeona por peso abrumador:

-Cantata del adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras ('Mi honra está en juego y de aquí no me muevo'). Este número tiene no sólo el humor lingüístico normal de cada pieza, sino que va recorriendo toda Sudamérica a base de parodias de músicas típicas de todo el continente (como la canción de 'puna' para arrullar a don Rodrigo) de la mano de alguien que llegó a América un año antes que Colón. 'Lo cual explica su título de adelantado'. Con lo cual juntamos a todo esto la parodia histórica, y además en verso. '¡Haya paz! Que la calma no se pierda, que si seguís discutiendo, os vais a ir a la ¡Haya paz!'

Que aproveche, y al que le quede resuello, que venga a por más, y que vaya a verlos.

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lunes, 9 de marzo de 2009

Seguridad Social

Por Juan del blog Adicto a la gente.

El sistema sanitario público español es una auténtica joya, fruto del trabajo y la previsión de muchos. Con todos sus grandes defectos, es un modelo a seguir para cualquier país que quiera hacer del estado de bienestar, el centro de la actividad social.

Curiosamente, fue durante el régimen de Franco en donde se pusieron los cimientos de la Seguridad Social. Los sucesivos gobiernos democráticos, con sus luces y sombras, han profundizado y mejorado esta forma de protección social. Si hay algún punto en que la inmensa mayoría de los españoles estamos de acuerdo, es en el mantenimiento y mejora de esta herencia.

La base fundamental del sistema de salud es la universalidad de las prestaciones. Tener la tranquilidad de que, en caso de una enfermedad grave, cualquier español puede tener garantías de una asistencia sanitaria de primer orden, no tiene precio…..aunque sí que lo tiene, pero a eso iremos más tarde.

Cuando he dicho calidad de primer orden, sé de lo que hablo. Nuestra Sanidad es capaz de ofrecer lo mejor y lo último, a un nivel técnico y humano que nada tiene que envidiar a los mejores hospitales norteamericanos. Nuestros médicos son realmente buenos y muy preparados. Nuestros enfermeros posiblemente sean los mejores del mundo, y no es una exageración. Miles de médicos y enfermeros españoles, que están trabajando en Suecia, Reino Unido, Portugal o Francia asombran en aquellos países por su profesionalidad y humanidad. De hecho, cada año, son solicitados miles de compatriotas para que se vayan a trabajar a estos y otros países. No hay médico que vaya a USA a perfeccionar alguna técnica que no reciba ofertas muy jugosas para quedarse.

Pues bien, tenemos el dinero, tenemos a los profesionales adecuados (he hablado de médicos y enfermeros, pero puedo incluir a cualquiera de las profesiones sanitarias que trabajan en cualquier centro), tenemos las posibilidades de formación seria para los nuevos titulados, tenemos la convicción de toda nuestra sociedad de que esta forma de actuación es la correcta, sin embargo, veo nubarrones en el horizonte.

Problemas
El gasto sanitario se ha disparado hasta unas cotas imposibles de mantener a largo plazo. La burocratización progresiva del sistema, la inflexibilidad en la organización, la asunción de mayores competencias, el aumento incontrolado de usuarios (cada vez es más frecuente asistir a marroquíes no residentes en España que sólo acuden a nuestro país como turistas para encontrar asistencia sanitaria gratuita) y, por encima de todos ellos, el imparable aumento del gasto farmacéutico, hacen de nuestro sistema nacional de salud un gigante con pies de barro. Soluciones hay, ¿pero estamos dispuestos a asumirlas?

Origen de los problemas
1. Derivados del mal uso de los servicios. Como he hablado en la entrada previa, del uso de los servicios de salud se ha pasado al abuso de los mismos. La Sanidad ha pasado de cuidar de personas enfermas a hacerse cargo de todo tipo de problemas que poco tienen que ver con la medicina. Muchos problemas puramente sociales o psicológicos han pasado al ámbito de la Sanidad, donde no estamos preparados para esta problemática, por lo que los resultados que obtenemos son malos y caros. Sabemos tratar la Tuberculosis o el SIDA del drogadicto, pero no sabemos qué hacer con un drogadicto. Podemos curar la puñalada recibida por una mujer por parte de su marido, pero sólo llegamos hasta ahí. La profunda tristeza y la indefensión de esta mujer no requiere tanto de un psiquiatra sino de otros tipos de ayuda. Curar las infecciones del que vive debajo de un puente son nuestra especialidad, pero de nada sirve curarlo si, al darle de alta, le devolvemos al mismo puente. Los trabajadores sociales y otros profesionales tienen mucho más que decir en estos casos que los trabajadores de la salud, que se han preparado para otras lides.

2. Abuso por parte de los usuarios. Corre un chiste que es absolutamente cierto: en la sala de espera del médico se reúnen las mismas personas todos los días. Un día no acude Mari Pili y las otras se preguntan extrañadas: ¡¡¡qué raro que Mari Pili no haya venido hoy¡¡¡. A lo que les responde la más enterada: es que hoy no ha venido al médico porque está enferma. Pues sucede, aunque parezca extraño. Las consultas médicas se han llenado de personas sanas con problemas nimios que no precisan de ningún tipo de actuación médica. Un catarro, salvo excepciones, sólo requiere de abundante agua. Una gripe, con leche calentita, agua abundante, cama y algún antitérmico suave dura lo mismo y da las mismas molestias que con el mejor tratamiento prescrito por el mejor infectólogo del mundo (que si es el mejor del mundo le mandará leche caliente, agua, cama y paracetamol). Si me he dado un golpe en el brazo y me molesta durante unos días, no hay que acudir a Urgencias de Traumatología a que me digan lo que ya sé. No busquemos la salud en el Hospital o en el Centro de Salud, sino en el sentido común, el ejercicio y en llevar una vida sana.

3. Abuso por parte de las asociaciones de pacientes. Las asociaciones de pacientes, en ocasiones, más que una labor de información o de concienciación, lo que intentan es una presión directa sobre el gobierno para beneficio de sus propios intereses. Buscan estos beneficios, mediante la victimización (llegan a exagerar hasta límites insospechados la enfermedad de la que se trate), la exageración (suelen abultar las cifras de afectados hasta límites increíbles) y la desinformación(son las primeras en hacerse ecos de los supuestos avances que gentilmente les han cedido las farmacéuticas para conseguir vender un determinado medicamento, generalmente mucho más caro que el que hay pero igual de eficaz). Por supuesto que no todas funcionan de esta manera y hay múltiples ejemplos de asociaciones ejemplares.

4. Abuso por parte de los profesionales. Una mala preparación o simplemente una dejadez imperdonable, multiplica el gasto innecesario. Para algunos profesionales es más fácil tirar de receta que de consejos adecuados, mucho más baratos y, sobre todo, mucho más eficaces. Hemos acostumbrado al personal a que todo tiene solución con la pastillita adecuada y el usuario está encantado con esta solución, más fácil y cómoda, pero demasiado costosa en dinero y en efectos indeseados. A veces se debe a falta de tiempo, en otras ocasiones, muchos compañeros creen en lo que hacen cuando tratan con medicamentos un colesterol de 200 o una fiebre claramente viral con antibióticos. Pero también está el que lo hace a sabiendas tras recibir regalos de un laboratorio farmacéutico. En un caso por haber descuidado la formación y en otro como simple y pura estafa, en ambos hay una clara responsabilidad.

5. Abuso de las farmacéuticas. Este punto da para una y cien entradas. Las empresas farmacéuticas sólo buscan el beneficio económico. Muchas lo consiguen mediante un trabajo honesto, científico y riguroso y contra esto no tengo nada que objetar: se beneficia el empresario y se beneficia la sociedad entera. Pero otras consiguen abultados negocios haciendo auténticas barrabasadas, como la creación de nuevas enfermedades, creando necesidades aprovechándose de la ignorancia de la gente en temas científicos. Para que os hagáis una idea del gasto farmacéutico en España y su constante subida, según las cifras oficiales, en 1990 el gasto fue de 2.524.250.840 euros (el 0.51% del PIB) y en 2008 11.960.488.108 euros (casi el 1% del PIB) con una subida en 18 años de 473.82 %. Claramente insostenible a largo plazo.

6. Abuso de los medios de comunicación. Son los primeros en hacerles el juego a la gran industria de la salud propagando a los cuatro vientos los “interesantes” descubrimientos sobre nuevas enfermedades y nuevos medicamentos que no sirven para nada. El mensajero, en este caso, tiene una enorme responsabilidad, pues los que publican este tipo de noticias no suelen tener una mínima preparación que les haga capaces de distinguir el grano de la paja. Si quieren publicar artículos de salud, que acudan a expertos en el tema que sean capaces de criticar el artículo en cuestión.

7. Abuso por parte de los políticos. Saben lo que está pasando y, si no lo saben, no sé si es peor. Cortar todos estos abusos sé que tendría un coste muy alto para cualquier político honrado que acometa un cambio, pero es absolutamente imprescindible si queremos salvar nuestro sistema.

8. El buenismo de buena parte de la sociedad. Cualquier persona que acuda a nuestro país, tiene los mismos derechos a usar los servicios sanitarios que los españoles. Por poneros un ejemplo que vivo en primera persona. La unidad de hemofilia de mi Hospital lleva a aproximadamente 300 pacientes con esta enfermedad. El tratamiento con factor es carísimo y se estima en unos 50 millones de pesetas por paciente y año. Gracias a esta medicación los hemofílicos pueden hacer una vida absolutamente normal. Pues en los últimos años ya llevamos contabilizados 30 niños marroquíes que acuden cada tres meses como turistas con sus padres para acudir a la Unidad a recoger el factor. Estos 30 niños nos cuestan a todos 1.500 millones de pesetas cada año. Pero la cosa no va a menos, sino que están aumentando de una forma increíble. Estimamos que dentro de dos años, al ritmo actual, nos haremos cargo de 100 niños….Sólo contando con marroquíes, porque esto se ha ido extendiendo y no nos extrañaría que en menos de 10 años llegasen a ser 1000 niños del Magreb, pues los médicos marroquíes ya se han empezado a enterar de nuestra generosidad y cada vez informaran a más familias sobre el maravilloso tratamiento que regalamos en Sevilla. Osea, según las estimaciones que se han hecho por los economistas del Hospital, dentro de 10 años, y sólo con marroquíes, anualmente tendremos que gastar 50.000 millones de pesetas para tratar a estos 1000 hemofílicos. Todo el presupuesto del tercer Hospital más grande de España se irá en el tratamiento de estos críos. Pero tranquilos, que todavía nos queda ayudar a los niños hemofílicos rusos, argelinos, polacos, egipcios, etc. ¿Hasta cuándo sostendremos lo insostenible?.

La próxima entrada será sobre las posibles soluciones que se me ocurren, pero me encantaría oíros a vosotros.

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sábado, 7 de marzo de 2009

Mi salud ya no me pertenece

Juan
Del Blog "Adicto a la gente"

Mi salud ya no me pertenece, es de mi médico de cabecera o de mi especialista.

La medicina da respuestas para todo y soluciones para casi todo. Hay una pastillita para cada problema.

El dolor siempre es malo.

Yo no tengo que hacer nada para conservar mi estado de salud en las mejores condiciones posibles.

Una Resonancia Magnética Nuclear lo diagnostica todo.

Ante cualquier problema, acuda a su médico.

Estas y otras muchas afirmaciones similares están medicalizando nuestra sociedad. Muchos problemas puramente sociales se están convirtiendo en patologías médicas. Del uso y la necesidad de la Medicina Pública se ha pasado al abuso de la misma. La tristeza ha muerto, viva la depresión. El violador no es un cabrón sino un enfermo. La drogadicción ha pasado de ser un problema puramente social a ser una patología más. Si estoy gordo es por culpa del endocrino que no me pone la dieta adecuada. Asesinas a alguien y no es un acto criminal, que va, has tenido un simple transtorno mental transitorio. Si tienes muchos miedos padeces de ansiedad.

Tranquilos, que la medicina lo soluciona todo. Tenemos ansiolíticos para los miedos, antidepresivos si se le muere un hijo, terapias cognitivas para que el asesino ya no tenga más transtornos transitorios, antiarrítmicos para el cocainómano y antiinflamatorios si le duele el cuello con 80 años. Tenemos todo tipo de pastillitas, capsulitas, supositorios, inyecciones y operaciones para que le sea comodísimo estar sano sin que usted tenga que hacer nada.

¿Adelgazar pasando hambre y haciendo ejercicio?....¡¡¡¡habráse visto¡¡¡¡, ¿para eso pago la seguridad social?: usted déme una pastillita o una dieta milagro y hágame perder 20 kilos. Que tengo gripe, de eso nada, no me puedo meter en cama: muchas pastillas para que la gripe no la sienta.

¿Que tengo que ponerme un preservativo para no contraer una enfermedad venérea?: oiga usted, que yo pago mis impuestos para follar como quiera. Si la pillo, es que me he puesto malo. Usted me pone el antibiótico y me cura.

Causas
1. No hemos vuelto intolerantes al dolor y al sufrimiento. Precisamente esa falta de tolerancia a algo que es inherente a la propia vida, nos hace padecer más dolor y nos hace sufrir más. Esto no significa que debamos ser unos sufridores. El sufrimiento y el dolor inútiles hay que combatirlos, pero hasta cierto límite y no haciendo de la falta de molestias el eje de nuestra vida. Demasiadas veces, una pequeña molestia acarrea menos problemas que el tratamiento que la hace desaparecer o mitigar.
2. No nos responsabilizamos de nuestra salud. En vez de ello, cargamos con nuestras enfermedades a la Medicina. Pero resulta que los tratamientos siempre conllevan riesgos y no siempre se obtienen resultados óptimos. El mejor tratamiento que existe para una enfermedad es no tenerla. Parece obvio pero, visto lo visto, esta obviedad hay que recordarla. Todos los problemas que conlleva la obesidad se evitarían si nos responsabilizáramos de hacer una dieta correcta. Muchos de los dolores que acarrean una buena parte de las enfermedades reumáticas no existirían, si hacemos del ejercicio físico habitual nuestra forma de vida. El único tratamiento realmente eficaz y sin ningún efecto adverso para el cáncer de pulmón es.....no fumar, o sea, no llegar a padecerlo. Y así podríamos seguir hasta el infinito.
3. Cuando para conservar la salud te bombardean desde todos los medios de comunicación con las 1000 medidas que hay que tomar.....al final no tomas ninguna, sencillamente porque el día sólo tiene 24 horas y no darían para hacer todo lo que hay que hacer para estar sano. Pero es mucho más simple que todo esto. Dejémonos de los miles de consejos, todos ellos bien intencionados, y tomemos sólo tres: coma bien (que no mucho), haga ejercicio y evite los tóxicos (tabaco, alcohol en exceso y drogas). Siguiendo sólo estos tres consejos habremos evitado o paliado el 80 % de las enfermedades.
4. Los médicos tenemos buena parte de culpa de la medicalización. Al fin y al cabo, nosotros somos los principales beneficiarios de que la gente acuda a nuestras consultas. No nos conformamos con las enfermedades de verdad sino que incluso nos inventamos situaciones para “enganchar” a nuevos clientes con “enfermedades” que son poco menos que imaginarias o bien procedemos a etiquetar como enfermedad lo que no es más que un problema social.
5. Las empresas farmacéuticas son las más poderosas y con más beneficios del mundo. Hasta ahí estaría bien si esos beneficios se obtuvieran a través de una lucha efectiva contra la enfermedad, mediante la investigación. Y esto sucede en algunas compañías pero, demasiado a menudo, se dedican a inventar nuevas enfermedades o simplemente a hacer “nuevos medicamentos” que no son más que copias de anteriores en los que ha caducado la patente pero mucho más caros.

Enfermedades inventadas
Algunos ejemplos de enfermedades inventadas, con su correspondiente tratamiento, son las siguientes
1. El duelo. Ya no es algo normal en la vida. Es una patología que hay que tratar con “magníficos medicamentos” que llenan las arcas de las farmacéuticas. La tristeza ha muerto: viva la depresión.
2. La menopausia ya no es un estado natural de la mujer. Es una patología que hay que combatir.
3. El colesterol: nos lo venden como enfermedad, pero sólo es un factor de riesgo. Además, los límites para considerar unos valores normales de colesterol se van bajando, con lo que cada vez más personas “padecen” de esta “terrible enfermedad” y, por consiguiente, cada vez más clientes necesitan de los servicios de la industria farmacéutica. Hoy en día es patológico tener más de 200, (si se pusiera la normalidad en 260 se quedarían con muchos menos clientes) cuando los riesgos reales dependen de otras circunstancias más importantes como el sedentarismo, obesidad, diabetes, tabaquismo, alimentación, etc.
4. La osteoporosis tampoco es una enfermedad sino un factor de riesgo. Todos los estudios realizados indican que existe osteoporosis,y con ello riesgo de tener en el futuro fracturas de cadera, con un valor de -2.5 en cadera. Pero esta cifra en cadera la tienen pocas personas. ¿Solución?: se mide también en columna lumbar, en donde es muy fácil alcanzar esta cifra mágica de -2.5, y ya tenemos millones de nuevos pacientes. En realidad, el riesgo en columna lumbar es ínfimo, y no es necesario ningún tipo de tratamiento medicamentoso. Es suficiente con un poco de ejercicio y una alimentación adecuada.
5. La timidez. ¿Pero no se han enterado?. ¡¡¡No existen los tímidos¡¡¡. En realidad son enfermos de “Fobia social”. Se encontraron algunos fármacos que desinhibían a los que lo tomaban, pero no había público para aplicarlos. ¿Qué hacemos?. La timidez no es un carácter o una consecuencia de unas vivencias sino una enfermedad gravísima que es necesario tratar…..con fármacos.
6. Hipertensión arterial. De nuevo nos encontramos con un factor de riesgo convertido en enfermedad. Si en vez de poner 16 como peligroso situamos el umbral en 14, el número de clientes que usarán pastillas se multiplicará por 100.
7. Niños hiperactivos. El verdadero trastorno por déficit de atención es una enfermedad rarísima que tiene un tratamiento bastante eficaz. Pero son tan pocos los niños con este trastorno, que hay que sumar muchos más “enfermos” a este perturbación. Niños aburridos, maltratados, superdotados, empotrados delante de la televisión durante horas, traviesos, con escaso afecto, son magníficos ejemplares para colocarles el diagnóstico y, con ello, la pastillita. Los padres se ponen contentísimos porque ya no son responsables, la farmacéutica también se alegra, porque tienen un nuevo cliente.
8. Disfunción eréctil. Volvemos al tema de una patología rara, que dispone de un tratamiento eficaz, pero al tener escasa clientela se magnifica el problema. Con 80 años se tiene que seguir en la brecha como si se tuvieran 20. Si estás agotado, con stress, preocupaciones, problemas y no tienes ganas de hacerlo todos los días y a todas horas……no es algo normal ni natural, no, padeces de disfunción eréctil y hay que tratarla con pastillitas. Hay causas orgánicas, como en algunos pacientes con diabetes, pero la mayoría son psicológicas y, desde este prisma, hay que contemplarlas.
9. Disfunción sexual femenina. Ya se disponen de magníficos parches de andrógenos para el tratamiento de esta “enfermedad” tan extendida en las mujeres. Caballeros, ya no se tienen que esforzar tanto. Señoras, ya no tienen que tener tantas jaquecas. La curación está….en un parche.
10. Andropausia. El envejecimiento no es natural ¿quién le ha dicho semejante sandez?. Hay que combatirlo con todas las armas a nuestro alcance.
11. Anorexia y trastornos de alimentación. De nuevo un problema real, que es rarísimo, y se ha magnificado hasta cotas increíbles tratándolo como una auténtica epidemia, de la que nos salvan los laboratorios con sus pastillas. Las cifras hablan de unas 2000-3000 anorexias verdaderas en España. Pero las asociaciones de pacientes y médicos, convenientemente asesorados por la industria farmacéutica, cifran en 500.000 los casos. Pues no, se tratan en la mayoría de los casos, de conductas adquiridas por problemas psicológicos o educacionales.ç
12. Síndrome postvacacional. Jajajajaja. No requiere de más explicación.

En el libro “Los inventores de enfermedades” nos da la clave sobre las distintas formas de crear enfermedades nuevas. Las resume en cinco:
1.-Los procesos normales de la vida como problemas médicos, ejemplo: la alopecia
2.- Los problemas personales y sociales como problemas médicos, ejemplo: la timidez como fobia social
3.- Los factores de riesgo como enfermedad, ejemplo: la osteoporosis
4.- Los síntomas poco frecuentes como epidemias de extraordinaria propagación, ejemplo: la disfunción eréctil
5.- Los síntomas leves como indicios de enfermedades más graves, ejemplo: síndrome de colon irritable.

A este estado de cosas se ha llegado con la plena complicidad de:
1. Médicos, que en la mayoría de casos, lo hacen pensando que están haciendo lo correcto. Si se le presentan datos sobre la peligrosidad de un nivel de colesterol de 200, pues a recetar se ha dicho. Para evitarlo, es indispensable una formación científica sólida pues, aprendiendo estadística, epidemiología y otras ramas del saber científico, se aprende a distinguir la paja del grano.
2. Todos nosotros: en nuestra sociedad se da cada vez con más frecuencia la gran comodidad que supone convertir situaciones vitales en enfermedades, con la consiguiente dejación de responsabilidades propias en manos de otros, como las farmacéuticas, que están encantadas de asumir esas “cargas”. Como apunta Domingo Orozco: los nuevos tiempos llevan consigo la necesidad de estar siempre en plenitud de facultades, "la sociedad manda el mensaje de que se debe aspirar a un estado de completo bienestar, algo que es utópico". Incluso la OMS ya no define a la salud como la ausencia de enfermedad, sino como una situación de bienestar físico, social y mental "por lo que, según esta interpretación, es muy difícil que una persona esté sana".
3. Farmacéuticas, que están encantadas de la dejación de la responsabilidad que cada uno tiene consigo mismo para mantener un buen estado de salud.

Pues la medicina además de curar a personas enfermas... quiere mejorar a las personas sanas, es decir a quitar esas pequeñas molestias que todo el mundo tiene y son normales, pero las farmacéuticas quieren convencernos de que no son signos de salud, y que si se pueden evitar ¿por qué no? sólo tienes que tomar una pastilla o un jarabe, ponerte un parche, o darte un masaje con un gel especial.


La medicina en la que creo intenta curar a personas enfermas, no quiere mejorar a las personas sanas. Las pequeñas molestias que todo el mundo tiene y son normales no son signo de falta de salud. Estamos más sanos de lo que nos hacen creer. El cuerpo humano es la máquina más perfecta que existe, que sabe regularse y que tiene también achaques. Es sobre esos achaques sobre los que hay que intervenir pero sin tocar esa regulación natural que tiene el cuerpo, sin intentar manipular los valores normales y medicarlos para que se ajusten a unos parámetros que se han inventado las farmacéuticas.

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jueves, 5 de marzo de 2009

Aupa Athletic

Rogorn
en Blogorn

Hoy tengo diez años y vengo con el balón de pentágonos negros y hexágonos blancos bajo el brazo y las terceras rodilleras del mes en los pantalones. Porque a mí las patadas en la calle ya no me tocaron en idílicas avenidas donde pasaba un coche sólo cada cuarto menguante, ni en praderas a la puerta de casa con árboles centenarios haciendo de postes. Nop. A mí me tocaron patios de cemento y medidas de futbito, que eran mejores que un campo grande pero de tierra (o grava) (o barro) (o barro con grava) (o tierra, grava y barro, que casi suena como sangre, sudor y lágrimas), así que había que ponerse pantalón largo, que es mejor coser rodilleras nuevas que rótulas, aun teniendo una madre que lo mismo te hace lo juno que lo jotro. Y quizá por eso, ella lo sabía mejor que nadie. Cuidadín. Y colleja nueva por cada par de rodilleras ídems.

Y la razón de haberme quitao taitantos años dencima ha sido ver al Athletic, que en Bilbao se dice ‘Atleti’, con t intercalada, para distinguirlo de su hijastro el Aleti de Madrí, llegar a la final de Copa otra vez por fin. Porque el Barça será quien más Copas tiene (de España / del Generalísimo / del Rey, obviamente, que de Europa empezaremos a hablar con ellos cuando lleven cinco), pero el Rey de Copas, como corresponde al sitio donde el mus es una cosa muy recreativa y muy seria al mismo tiempo, siempre será el Athletic Club de Bilbao.

El Athletic es, junto con el Real Madrid y el FC Barcelona, el único equipo que ha jugado siempre en Primera División, todas y cada una de las temporadas, sin descender nunca de categoría. Y eso tiene particular mérito cuando las reglas cada vez se lo ponen más difícil: primero no se permitían extranjeros (debe ser que por aquello de la autarquía y del ‘que inventen ellos’), luego sólo ‘oriundos’ argentinos o uruguayos con abuelos del Ferrol de Su Excelencia, luego un par de foráneos, de renombre a ser posible, como Cruyff y Maradona, por ejemplo. Y luego vino un belga llamado Jean-Marc Bosman y llevó al fútbol entero a juicio porque veía injusto e ilegal bloquear traspasos por razones de nacionalidad en la Unión Europea. Y tenía, y tiene, más razón que un santo: libertad de movimiento y de empleo donde lo puedas conseguir significa eso exactamente: que si se quiere llenar el campo de trabajadores importados y explotados, se pueda también llenar un club de fútbol de millonarios de otros países que le quiten el pan de la boca y el Ferrari del garaje a los de aquí que no espabilan. Y en el mundo éste globalizado del balón que hace millonarios no sólo entre gente de países ricos, sino de nigerianos, ecuatorianos o albaneses, el Atleti juega sólo con gente de casa. Siempre ha sido así y esperemos que siempre sea.

Fue entonces, cuando cambiaron las reglas, cuando se vio quién defendía qué. Un poco más pallá de Bilbao, en Donosti, la Real Sociedad, que también blasonaba de política local, la abandonó hace tiempo. Ahora están en Segunda tras más de seis décadas en la élite. Sin embargo, para ser justos, a menudo se acusa al Athletic de que esa ‘política de cantera vasca’ incluye robarle a la Real y a otros equipos vascos sus mejores jugadores, con lo cual la imagen de club ‘de su pueblo’ necesita un cierto reajuste. A veces parecen más un señor feudal que otra cosa (‘señorío de Vizcaya’, era, ¿no?), pero por otro lado hoy en día el derecho de pernada no sale gratis, sino que hay que pagarlo. Los Josebas Etxeberrias no se van a cambiar las rayas azules por las rojas así como así por cualquier cosa, y uno de los motivos seguramente es que en Bilbao corren menos riesgos de que un bosnio, turco o brasileño los siente en el banquillo. Oferta y demanda, y en Euskadi siempre han sabido de negocios.

A mí que conste que esa política de vascos sólo no me parece ni bien ni mal ni todo lo contrario. Hay quien le ve una lectura política que no tiene nada que ver con sueños de cachorros de diez años y mucho con exclusiones sociales. Que no es algo romántico, sino xenófobo. Hay quien recuerda todas las veces que no se han observado minutos de silencio en San Mamés por las víctimas de la violencia que hay casi a las puertas del estadio. ¿Tiene lo político algo que ver con lo deportivo, es un caldo de cultivo previo? ¿Ese orgullo local hace que no sea coincidencia, y que esto no pudiera haber pasado en ninguna otra parte del mundo? Puede ser, quién sabe. A mí simplemente me parece que ya que es escogida, es una posición deportiva que merece un aplauso por su bravura. El club ha demostrado que ni aún amenazados por el descenso tienen intención de cambiar de idea, y eso les viene pasando más veces que menos en los últimos años, así que está demostrado que así es. De forma que aunque yo no tengo la suerte de ser de Bilbao, ni del Atleti, siempre he pensado que en el reglamento del fútbol debería haber una postdata, adenda, añadidura o similar que dijera: ‘por cierto, es obligatorio ser del Athletic como poco de tercer equipo’. Y en letra muy pequeña, para disimular, ‘hasta para los de la Real’.

Y bueno, lo siento por los amigos sevillistas, algunos residentes de esta exedra, pero desde que ese eximio presidente que tienen, José María Del Nido, dijo aquello de ‘nos vamos a comer al león desde la melena hasta la cola’, estaban sentenciados en la semifinal. Pena que las chirigotas de Cádiz no hayan pillado esto a tiempo. Para otra vez, vended la piel del león después de cazarlo. Mi arma.

Así que eso, hoy he venido a usar las columnas de este atrio como postes, y a incordiar un poco a las majas que se juntan por aquí, que me consta que son mayoría. No se me escapa que eso de que ‘viendo xugar al balón, la muyer pierde’l sentíu’ tiene muy poco de cierto (salvo que pierdan el sentíu de un balonazo en la azotea), pero espero que bajen a echar un gol regañao un rato. Yo hoy me pido Argote.

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lunes, 2 de marzo de 2009

Esclavas modernas

Lenka
en Esperando a los búhos

Rihanna ha vuelto con su novio, el rapero Chris Brown. Dicho así parece la típica noticia chorra sobre los avatares sentimentales de los famosos. Porque, claro, estamos hablando de famosos. Por si alguien no lo sabe, cosa que me sorprendería, Rihanna es una cantante conocidísima con legiones de fans, un mega fenómeno reciente (también modelo, ya que tiene un físico muy cotizado) con mucho éxito. Hasta ahí, bien. Una chica muy joven y muy guapa que no canta mal (al menos no tiene una de esas voces iguales a todas las otras voces de cantantes jóvenes) y que, también para variar, no es la típica y tópica yankee rubia. Hace música de esa bailable, de discoteca, de la que, en mi humilde opinión, no te machaca el cerebro ni te da ganas de salir huyendo. No soy seguidora, ni mucho menos, pero reconozco que se deja oír.

El quid de la noticia es que esta chica, en efecto, ha vuelto con su novio, que es el mismo chaval que hace unas tres semanas le desfiguró la cara a golpes y mordiscos consiguiendo que ella terminara en el hospital. La prensa cubre todo el suceso, por supuesto, y, como es habitual, se produce una curiosa mezcla de morbo amarillista, escándalo e indignación que, imagino, en unos casos será sincera y en otros mera hipocresía porque, como todos sabemos demasiado bien, la sangre gusta. Así funciona, por desgracia. Una relación amorosa normal no vende. Siempre resulta más rentable que haya cuernos, drogas, alcohol, broncas sonadas, denuncias y, por qué no, lesiones. No quiero decir con esto que se trate de un montaje. La paliza fue real e indiscutible. Sólo cuestiono la manera en que tratamos estas cosas, la cantidad de portadas, entrevistas, dinero, tertulias amarillas, "expertos" opinadores, sensacionalismo y carnaza que suele acompañar a hechos tan lamentables.

Pero volvamos a Rihanna. Es ella, su actitud, la que me despierta mayor curiosidad, pasmo, dudas y sí, cierta indignación, aunque no sé si esa es la palabra adecuada. Tengo una pregunta bulléndome en el cerebro y no consigo responderla, ni empleando mis mejores artes empáticas. No logro comprender. Cómo es posible que una chica de hoy día, una chica de sólo veintiún años, con éxito, con dinero, con reconocimiento, famosa, amada, deseada, idolatrada, un icono, imitada, premiada y aplaudida, admirada y encumbrada, haya decidido seguir durmiendo con su enemigo, con su verdugo? Qué siente esta chica para estar convencida, como parece, de necesitar a este tipo, a un penco que ni la ama ni la respeta ni, probablemente, sea capaz de amar ni respetar nada en absoluto? Cómo una chica de estos tiempos que, además, carece de problemas económicos, que, en teoría, es completamente libre e independiente, mucho más de lo que pueda serlo el común de los mortales, decide por propia voluntad darle la mano al desgraciado que la maltrató con saña?

Obviamente debe tratarse de una necesidad emocional. Cómo es posible que algunas personas tengan ese tipo de dependencias? Qué herramientas les faltan, qué problema hay, dónde está el fallo? El instinto nos mueve a huir despavoridos de aquello que nos hace daño, de lo que constituye un peligro para nuestra integridad física. Parece algo de lo más elemental. Qué clase de "fuerza" es capaz de anular hasta el más básico instinto de supervivencia y mantenernos encadenados a un torturador? Cómo lo habrá razonado Rihanna, cómo se lo justificará a sí misma? Con un sencillo "le amo"? Qué clase de concepto hemos fabricado en torno al amor? De nuevo podemos señalar a los cuentos de Príncipes Azules, a las películas de romanticismo irreal, a los trillados lemas de "el amor lo puede todo"? Cómo una imagen tan idealizada del amor puede provocar justo lo contrario, es decir, la capacidad de soportar lo insoportable? Hemos mezclado todo ese rollo color de rosa con el otro rollo, el del sufrimiento que dignifica y ennoblece, el del sacrificio y el perdón a toda costa, el de "quien bien te quiere te hará llorar"? Es gracias a este brebaje que hemos llegado a creer que sí, que vale todo, que el amor sólo merece tal nombre cuando nos devasta, que no hay nada más bello que padecer por su causa, y que la divinidad y la perfección de ese amor ideal de película se basa precisamente en el dolor que provoca? Hemos idealizado el horror, las lágrimas?

Te doy mis ojos, te di la vida entera, soy tuya para siempre, la media naranja, un alma en dos cuerpos... nuestro mayor error ha sido creernos todo eso y hacerlo literal? Quizá debimos dejarlo en los versos, meras palabras, mero suspiro. Hemos asumido y normalizado lo de "morir por amor"? Porque, para que uno sufra y padezca y alcance la sublimación romántica... entonces debe haber otro que haga sufrir y padecer. Se resume esto a una cuestión de víctima y verdugo? Hay quien entiende el amor como "no ser" si tropieza con otro que lo entiende como "no dejar ser"? Cómo puede traducirse el amor a la mezquindad, la posesión, la crueldad, el daño, la destrucción? Cómo alguien puede creer que ama cuando hace eso, y cómo alguien puede amar a quien le destroza, cómo puede una persona sentirse amada por quien le machaca? Por qué unos asumen el amor como una amputación a realizar, y otros como una amputación a recibir?

No hablamos de mujeres de antaño, educadas en el sometimiento, no hablamos de dependencias económicas, de montones de niños que alimentar, no hablamos de no tener a dónde ir, de una sociedad intransigente dispuesto a señalar a la que se rebele, no hablamos de mujeres solas, sin derechos, invisibles. Hablamos de Rihanna y de muchas como ella. Hablamos de algo en las emociones que parece incomprensible. Y la sensación, triste y desoladora, es que hay mujeres que nacen esclavas y morirán esclavas. O se hacen. O lo parecen. No logro entenderlo, y, por más que lo medito, vuelvo al mismo interrogante. Por qué?

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