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Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

lunes, 13 de abril de 2009

Educación por sexos

De Juan. Blog "Adicto a la gente"

En un interesante artículo de “El país” se debate sobre el elevado fracaso escolar en el sexo masculino. Las cifras son tan devastadoras como reales. Creo que todos tenemos esa misma impresión, que se ve ratificada por las cifras oficiales: en la educación, las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres.

Ante este hecho indiscutible me surgen muchas dudas y pocas respuestas.

1. ¿Este modelo educativo es el que necesitan los hombres?.
Está claro que si tantos chicos fracasan, teniendo en cuenta que el coeficiente intelectual de hombres y mujeres es el mismo, posiblemente el fracaso no sea una cuestión de sexo sino de modelo.

2. ¿Este modelo educativo es justo con las mujeres?.
Si la superioridad de la mujer es tan manifiesta en nuestra organización educativa, ¿no les estamos cortando las alas al tener que “esperar” a los condiscípulos varones?.

3. ¿Es razonable que se mezclen en una misma clase a niñas con niños de la misma edad cronológica pero de edades biológicas tan distintas?.
De esta forma se retrasa a las chicas y se les exige en exceso a los chicos. Ni a unas ni a otros se les da lo que necesitan. ¿En esto consiste la igualdad?.

4. ¿Debemos ir a una educación diferenciada entre hombres y mujeres?.
Mi respuesta es un rotundo no…..pero no tengo argumentos lógicos que avalen lo que siento. La lógica dice que sería recomendable para una mejor formación académica, pero mis emociones me dicen que sería un grave error.

Si separamos el mundo del hombre y la mujer hasta los 17 o 18 años, el desconocimiento mutuo, la diferenciación, incluso la rivalidad al tener sistemas distintos, podrían desembocar en lo que ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad: la formación de dos mundos, el masculino y el femenino, no como universos distintos que se unen para sumar, sino como diferentes visiones que se enfrentan: la diferencia que separa en vez de la diferencia que enriquece. Cuando la diferencia sirve de excusa para enfrentarse, al final uno de ellos sojuzgaría al otro. Más tarde o temprano, volvería el sexismo más rancio.

5. ¿Porqué, si las mujeres están académicamente mejor preparadas, los hombres triunfan en el mundo laboral?.
La respuesta simple es el machismo. Y no me cabe duda que en algunos casos es cierto, pero no me sirve como respuesta general.

Entre hombres y mujeres, no sólo los relojes biológicos son distintos, también lo son nuestros genes, nuestros cerebros y nuestras hormonas.

Para triunfar en el mundo del trabajo (que no tiene nada que ver con triunfar en la vida), las mismas características que hacen al hombre inferior en el plano académico, lo hacen superior en el plano laboral: la agresividad, la competitividad, la pobreza emocional, el individualismo.

En el colegio estas facetas están penalizadas, pero en la vida son la llave del “éxito”.

Por decirlo con una sola frase, con todos los matices que se quieran añadir, la escuela ha sido pensada en femenino y el mundo en masculino. En la primera triunfan las mujeres y en el segundo los hombres.

Como inciso, quiero hacer dos aclaraciones. 1) Cuando hablo de triunfo y éxito, no me refiero a lo que yo considero éxito, sino a lo que la sociedad llama éxito: ser director, presidente, ministro, empresario del año, etc. 2) En todo momento me refiero a hombres y mujeres como grupos y no como individualidades. Son datos estadísticos grupales e intento entenderlo todo desde un punto de vista sociológico y no personal. Hay millones de excepciones de mujeres que triunfan en el ámbito del trabajo y hombres que brillan en el académico.

He hablado de la pobreza emocional del hombre (repito, hablando en términos sociológicos y no individuales). Y esta es una de las claves más importantes. La pareja o los hijos no son vividos de la misma forma por hombres y mujeres en general. Creo que hay factores educacionales y genéticos en ello. Para la mujer, en general, lo primero es su familia, mientras que para el hombre, lo primero es el trabajo (o el poder que se deriva de ese trabajo). Si hay una vacante de director de una sucursal bancaria, que conlleva un horario de trabajo poco compatible con los hijos, la mujer casi nunca luchará por esa plaza mientras que los hombres, por muchos hijos que tengan, van a intentar hacerse con el cargo.
Me gusta mucho más la visión que las mujeres tienen del mundo laboral. Su escala de valores es mucho más sensata, más humana. Trabajar para vivir y no al revés. La sociedad que hemos construido (fundamentalmente los hombres) premia la visión masculina y, el gran triunfador, no es la persona equilibrada que trabaja para cubrir las necesidades, pero disfruta y lucha por su pareja y sus hijos….con su pareja y sus hijos. Sino el que acumula poder, dinero, distinciones o posición social mediante el uso del trabajo como herramienta obsesiva de superioridad.

¿A alguién se le ocurre cual podría ser un modelo educativo más eficaz y equitativo?

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