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Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

jueves, 28 de mayo de 2009

Eo, eo, itis, aguda madriditis

Rogorn
en Blogorn

El FC Barcelona hoy tiene el mejor equipo de fútbol del mundo (de España, doblemente refrendado por Liga y Copa, y de Europa, recién oficializado por esa Champions ganada ayer, y a ver qué pasa en diciembre con el Mundial de clubes). Los aplausos llueven desde todas partes felicitándolos no sólo por los logros, sino por haberlos merecido y por jugar de la forma que todos querrían ver jugar a su equipo. Quienes más cerca les llegan en España y Europa han quedado reducidos a migas en sendos enfrentamientos directos hace poco. ‘Somos los putos amos’, decía ayer un aficionado desde Valencia. ¿Por qué, pues, se empeña este 'més que un club' en prolongar su agudo complejo de inferioridad con respecto al Real Madrid?

Hoy ‘El mundo deportivo’ de Barcelona dedica el 99% de su periódico (según cálculo propio) al Barça, y es muy revelador la cantidad de artículos que mencionan al Madrid, a pesar de que dicho club dejó de tener vela en el entierro de trofeos hace semanas o incluso meses. Véanse las perlas. ‘Desde ayer, el Madrid tiene tantas triples coronas como el Gavà, como la Pobla de Segur y como el Ciutat Badia. También las mismas que el Terrassa, el Raqui de San Isidro y el Lloret. Y, naturalmente, tantas como el Fuentealbilla y el Santpedor. Pero una menos que el Barça.’ ‘La afición azulgrana demostró una comunión total con Gerard Piqué cuando de forma espontánea se dejó la voz y las rodillas gritando ‘bote, bote, bote, madridista el que no bote’’. ‘El perfil de Cristiano Ronaldo, el crack del Manchester United, es el idóneo para ser jugador del Real Madrid. No le bastó con mostrarse prepotente el día anterior al partido, asegurando que eran mejores que el Barça y lo demostrarían, sino que cuando comprobó que no era así, tiró de malas artes y chulería. Provocó todo lo que pudo y más. Vamos, que ‘huele’ a merengue’.

Y para quien piense que esto son sobradas de forofo con acceso o columna impresa, no hay más que ver a los culés de Madrid, que fueron a celebrar el título a la fuente de Cibeles, donde el Real celebra los suyos. Supongo que habrá algún ser mitológico griego que dé nombre a este tipo de complejo, pero si no, el Barça podría darle el suyo tranquilamente. Incluso ese canto de 'eo, eo eo, esto es un chorreo', suena más a recuerdo del 2-6 en el Bernabéu y a restriegue de morros que a alegría propia. Como se ve, esta necesidad de referir todos los logros propios a los que consigue o deja de conseguir el Madrid es algo que se nota desde veteranos columnistas hasta jóvenes seguidores, pasando por algunos de los jugadores del club. No es una excepción, se ve que está muy metida en la esencia del club, y precisamente la naturalidad con la que sale a la luz lo demuestra, a veces con toques un tanto siniestros como mencionar sólo poblaciones catalanas en el chiste ese de sitios que tienen los mismos tripletes que el Madrid (sólo hay una de fuera, que es la localidad albaceteña donde nació Andrés Iniesta), como si no hubiera culés en ninguna otra parte, o esa inquina a la chulería de Cristiano Ronaldo, cuando el Barça tiene en sus filas al jugador más chulesco del mundo, que es Samuel Eto’o, uno que agradece que el Madrid lo sacara de adolescente de Camerún, y que llegó a ganar una Copa Intercontinental con el club blanco, cantándole años más tarde ‘Madrid, cabrón, saluda al campeón’ con cara de alumno aplicado que quería demostrar a los ultras barcelonistas cuánto había aprendido. De hecho, la forma de descubrir quién un bocazas que se merece los mismos epítetos que dedique y quién no, es preguntarle qué opina de este episodio: quien lo aplauda y diga que sí señor, dales caña, se merecerá la caña que otros le den otro día. Quien le ría la gracia como algo inofensivo, habrá de aguantar que le llamen cabrón cada vez que el otro levante copas. Quien lo rechace como una infantilada peligrosa por además dar mal ejemplo será un culé con 'seny' de los que dan tan buen nombre al club como el estilo de juego actual.

Cuando en 1994 el Manchester United ganó el doblete de Liga y Copa, apareció un libro sobre la hazaña cuya portada era un Alex Ferguson extático rodeado de los trofeos ganados. ¿El título del libro? ‘Are you watching, Liverpool?’ Otro caso igual: se logra una hazaña histórica, y todo lo que se puede pensar es en el rival superior, que como en el caso del Barça y el Madrid, llevaba más ligas y copas europeas que él. Este año el United ha empatado a 18 ligas inglesas con el Liverpool, y se sigue viendo que tras tantos años de dominar a su rival, siguen con complejos. De hecho, cuando Ferguson llegó al United hace 23 años, su objetivo declarado era ‘to knock Liverpool off their fucking perch’ – bajar al Liverpool de su puto pedestal. Será porque Ferguson es escocés, un país cuyo himno ‘nacional’ (por así decir, ya que Escocia no es una nación independiente) incluye versos dedicados a un rey inglés. Pues nada, seguid así, y algún día podrán, como el Frente Atlético, en sus bufandas, la palabra ‘antimadridista’ como sello de su personalidad. ¿Quién soy yo? Lo contrario de otro. Vale. Yo, por mi parte, prefiero recordar del Barça la razón por la que mi padre se hizo de ellos: en la Galicia rural de los 50, su escuela escribió a clubes famosos pidiéndoles camisetas para el el equipo escolar. Sólo el Barcelona lo hizo (ni siquiera el cercano Dépor), y una generación entera del mismo pueblo se hizo culé con acento gallego del prohibido por su paisano Franco. Es el tipo de historia que de haberla sabido yo antes, me hubiera hecho del Barça también, pero en el fútbol eso no vale. Cuando escoges, celebras o te aguantas. No se puede cambiar de equipo. Lo más que puede llegar a conseguir un máximo rival es a ganarse tu admiración, y de sus actos depende el ganársela. Ayer los aficionados del United despedían a Iniesta, el manchego que el Barça gusta de llamar 'de su cantera' con aplausos ante su exhibición. Pues sí, por eso se los merecen. Pero por lo otro, no.

Y para que quien pase del fútbol encuentre algo de provecho en esta reflexión, yo creo que definirse por el contrario a lo que son otros es uno de los principales signos de debilidad e inmadurez que se pueden demostrar, sean feministas eternamente molestas por lo que digan los machos, políticos eternamente tomando la postura contraria a la que adopta alguien del otro partido, o naciones y nacionalidades hechodiferenciadas por el vecino que tienen al lado. Este equipo de fútbol no necesita hacer eso, y cuanto antes se quiten esa costumbre tanto ellos como sus aficionados y forofos con columna, mejor les irá. Así que enhorabuena por el fútbol, pero aplicaos el Test Eto’o, y hacéoslo mirar quien lo necesite.

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