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Este es un blog dedicado a las opiniones e impresiones, sobre todo y sobre nada, de quienes las escriben. Cada uno con su visión e ideas sostiene con su columna una parte importante del edificio. Siéntense a su sombra, hagan corrillo, beban de sus fuentes, ríanse, emociónense, abúrranse, comenten la jugada, o incluso añadan su propio fuste y capitel. Que lo disfruten.

lunes, 9 de febrero de 2009

Minorías

Por Juan.
Blog: Adicto a la gente

A raíz de leer una entrada de Eduard Punset titulada “Para que se ocupen de tí, tienes que pertenecer a una minoría”, que podeis leer pinchando en el vínculo que tengo a su blog, se me ha ocurrido hablar de este tema.

No estoy del todo de acuerdo con el señor Punset, pero no le falta razón en algunos aspectos.

Cuando hablo de minorías, no me refiero tanto al número de personas que conforman un conjunto, sino a un grupo específico que requiere de una ayuda especial (económica, de servicios o jurídica) para poder llevar una vida normal y así tender a una sociedad, no igualitaria, que no me gusta nada la palabra, sino equitativa. Hablo de esta distinción esencial, ya que, como puso Kaken en su blog cuando hablaba de equidad, la palabra igualdad se suele utilizar de manera interesada. La equidad es más justa: dar a cada uno lo que se merece. Supone una igualdad de oportunidades y de deberes.

Hablar de minorías hoy en día, muchas veces nos sirve para confirmar lo buenísimos que somos, sin entrar a valorar en profundidad el auténtico alcance de tantas chorradas que se oyen y hacen. Parece que nos hemos vueltos ciegos a lo que yo llamo “el abuso de las minorías”. No se pueden poner objeciones a las “ayudas” al colectivo inmigrante, gay, enfermo con SIDA o drogadicto, por poner algunos ejemplos, so pena de ser calificado de homófobo, racista o cualquier otro insulto por el estilo. Por supuesto, si estás en contra de la discriminación positiva (vaya primera chorrada, la discriminación siempre es positiva para el discriminador y negativa para el discriminado) en favor de la mujer, eres un machista de tomo y lomo.

Para comenzar el tema, lo primero que hay que hacer en una política seria, es la definición del problema.

¿Qué minorías necesitan ayuda?.
· Colectivos que por diversos motivos, tienen una disminución en sus capacidades, no achacables a su propia voluntad. Ancianos, niños, enfermos o discapacitados en distintos grados, entran de lleno en esta categoría. Aquí no hay duda de la necesidad de que toda la sociedad, con el Estado por delante, hagan todo lo posible para disminuir en lo posible, la dependencia o dificultades de estos colectivos. No se puede decir que tengan más derechos, sino que tienen más necesidades que atender.
· Colectivos con sus capacidades íntegras, pero con derechos cercenados por las autoridades o dificultados por la sociedad. El colectivo gay, hasta hace poco, era un ejemplo. En algunos casos, los inmigrantes también pueden tener algunos derechos, al menos dificultados. En estos casos se necesita, por una parte, una acción puramente legal que otorgue los derechos que no posean y, por otro, un cambio de mentalidad de la sociedad, para que esos derechos conquistados se afiancen en el día a día. Otro colectivo sangrante es el de la trata de blancas (no la prostitución libremente ejercida) a las que hay que dar todas las facilidades legales para que puedan salir de su esclavitud.
· Colectivos con capacidades íntegras pero, por razones ajenas a su voluntad, necesitan puntualmente un soporte. El ejemplo típico son los parados, especialmente los de larga duración, por tener una edad poco apetecible para los empresarios. Las facilidades dadas a empresas para contratar a este tipo de personas, no se pueden considerar tampoco como una discriminación, sino como una auténtica necesidad. En este grupo entrarían también las personas demasiado jóvenes y sin experiencia.

En estos casos, muy globalmente expuestos, creo que todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de una ayuda complementaria y entran de lleno en el concepto de equidad.

Abusos de las minorías
Para algunos, el hecho de pertenecer a uno de estos colectivos desfavorecidos, les da derecho a todo sin ningún deber a cambio. Le das la mano y se toman el brazo. Lo consideran como una patente de corso para hacer lo que les da la gana. No piden, exigen derechos y gritan más que nadie, pero se olvidan de sus deberes mínimos. Habitualmente los que más gritan son los que más se tendrían que callar. Voy a exponer algunos ejemplos ilustrativos que conozco bien.

1. Drogadictos y SIDA. Este problema ya casi ha desaparecido, pero fue sangrante en su momento. Las buenísimas autoridades consintieron todo tipo de atropellos de una parte de este colectivo. Ingresaban hechos polvo, con 40º de fiebre por una Tuberculosis activa. Tras una semana de tratamiento (el habitual en la Tuberculosis oscila entre seis y nueve meses para la desaparición completa del germen), mejoraban la sintomatología y pedían el alta voluntaria....cuando aún eran bacilíferos (aún podían transmitir la enfermedad). Consecuencias de este acto: iban contagiando a toda la población por una parte, y creaban resistencias en el bacilo por la otra, por lo que una enfermedad que se trataba con una garantías de éxito muy grandes, pasó a ser una enfermedad mortal en algunos casos por tenernos que enfrentar a bacilos multirresistentes (los bichos se las sabían todas). Hubieron miles de casos de Tuberculosis entre la población, alguna mortales. Pero por otra parte, salvo en contadas excepciones, seguían haciendo el amor sin preservativo y sin advertir de su situación a sus parejas, incluso las estables no lo sabían. Consecuencias: miles de personas fueron infectadas por ellos, sabiendo lo que estaban haciendo y, a pesar de ello, por echar un polvo no dudaban en matar (por aquel entonces, el SIDA era mortal). ¿Qué hicieron las autoridades?: decirnos a todos que eramos malísimos porque los discriminábamos....y era verdad y había que luchar contra ello, pero nunca hicieron nada para protejer a miles de personas que murieron porque estos sujetos no se querían poner un preservativo. Eso sí, todos ellos cobraban un subsidio mensual....a cambio de nada. ¿No hubiera sido más fácil obligarles a acudir todos los días a un centro para que se tomaran las pastillas y a cambio recibir ese subsidio?. ¿No hubiera sido más justo tenerlos ingresados mediante orden judicial hasta que dejaran de ser contagiosos en la Tuberculosis (con un mes suele ser suficiente)?. Pues no, eran una minoría y los gobernante se sentían muy chachis y buenos defendiendo sus derechos, aunque a cambio se cometiera un auténtico genocidio que ha costado miles de vidas inocentes a manos de unos genocidas sin preservativo.

2. Paro agrícola. ¿Porqué los trabajadores del campo tienen derechos que no tienen los demás trabajadores?. Trabajan 30 peonadas (no sé si este es el número exacto), que casi nunca son reales, pues se las firma el alcalde en cuestión o a la hora de empezar a trabajar, les entra una depresión grave o una lumbalgia, se dan de baja durante un mes y ya tienen sus treita peonadas: un año de paro. Así llevan viviendo familias enteras desde hace más de 20 años. En su vida han pagado un euro de impuestos, sólo reciben y reciben, exigen y exigen. Cuando cumplan sus 65 años, tendrán su pensión, por supuesto. Pero en el campo no trabaja ni Dios....que sea español, claro. Hay que traer marroquíes, rumanos y polacos....mientras 400.000 “trabajadores” del campo españoles cobran sus subsidios y llaman fascistas al PP porque les quieren quitar su chollo.

3. ¿Porqué 300.000 votos vascos nacionalistas obtienen 7 diputados y más de 1.000.000 de votos de IU tienen sólo dos representantes?. ¿Porqué hay que apoyar a estas minorías, es que son discapacitados?.

4. Gitanos. Tuve una novia gitana durante tres años y conozco el tema de primera mano. Entre los gitanos hay dos ramas bien diferenciadas. Una que se ha integrado perfectamente en la sociedad y otra, a la que llaman “canasteros”, que se niegan a la integración. Estos últimos tienen sus propias leyes, costumbres, su propia justicia y unos valores que, en algunos casos, son incompatibles con el tipo de sociedad en que nos hemos constituido. Por poner algún ejemplo: para ellos robar a un gitano es un delito brutal, pero robar a un payo es aplaudido. Si un niño nace mongólico o con defectos congénitos son matados sistemáticamente (¿Alguién de la sala conoce a un niño gitano con síndrome de Down?). Para que os voy a hablar del papel de la mujer en su tipo de sociedad. Además son racistas: ser gitano es un orgullo que hay que cantar a los cuatro vientos. ¿Qué pasaría si yo saliera en la televisión a cantar a los cuatro vientos mi orgullo de ser blanco?. Los padres de mi novia me rechazaron e incluso me amenazaron por mi raza. Pero para los buenísimos de siempre, nosotros somos los que discriminamos, y en muchos casos es verdad, ¿pero porqué no hablan y luchan con la misma fuerza contra el racismo gitano?. Hay que hacer lo posible por los que se quieran integrar, pero a los que no quieran integrarse, ni una ayuda, oiga. No estamos para fomentar racismos, machismos ni fomentar la pureza de raza.

Hay que ser solidario, luchar por una sociedad más justa y equitativa. Pero no hay que ser giliXXXXX

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